Homenaje a Salvador Giner en su calle natal
Un 19 de enero, pero de 1832, nació Salvador Giner, el compositor más aclamado y querido por la sociedad valenciana de finales del siglo XIX y principios del XX

Valencia
Un 19 de enero, pero de 1832, nacía en la calle de Llíria, junto al Portal Nou, el compositor más popular y más querido en la València de finales del siglo XIX y principios del XX: Salvador Giner Vidal.
Descendiente de una familia de músicos –su padre era violinista y su madre pianista- estudió violín con su padre y a los 18 años ya compuso su primera obra importante, Misa en re. En València se formó bajo la tutela de Pascual Pérez Gascón, organista de la Catedral.
Creó obras sinfónicas y alternó la música religiosa con la profana, tanto es así que en Valencia triunfó con la cantata La Feria de València, mientras que en Madrid se consagró con una pieza religiosa, el Réquiem en homenaje a la Reina María de las Mercedes, que se estrena en 1878. Para entonces Salvador Giner ya es el músico valenciano más exitoso.
Estrena sus obras cumbre: Es chopá hasta la Moma y Una Nit d’Albaes, donde pone los cimientos del nacionalismo y del sinfonismo valenciano. Se implica en la creación de las instituciones musicales más importantes de la ciudad. Es cofundador del Conservatorio de Música, del que fue profesor y director, crea el orfeón El Micalet, posteriormente renombrado como Instituto Musical Giner, y promueve la gestación de la Banda Municipal de València en 1903, para la que compone su obra más preciada por el pueblo valenciano: L’Entrà de la Murta.
A principios del siglo XX, tan solo Sorolla y Benlliure están a la altura de Giner en cuanto a reconocimiento y popularidad. En ese momento, el gran compositor valenciano, nombrado Hijo Predilecto y Meritísimo de Valencia, era sin duda una de las grandes glorias de la ciudad y una persona queridísima por el pueblo que le vio nacer. Y además, esta admiración abarcaba todos los espectros del panorama cultural y político valenciano, tal y como se pudo comprobar el 23 de julio de 1905 cuando se inauguró la lápida rotuladora de la calle que iba a llevar su nombre, la calle de Salvador Giner.
Aquel acto de descubrimiento de la placa dedicada al maestro Giner se convirtió en una fiesta de exaltación valencianista. En la antigua calle de Liria, donde se encontraba su casa natal y ante la presencia del propio maestro se congregaron centenares de personas y representantes de los centros artísticos, literarios, musicales, científicos y obreros de toda la ciudad que disfrutaron de un acontecimiento histórico al son de las obras del maestro.
La hermosa placa, costeada por la Sosietat Humorística L’Antigor, fue obra del prolífico escultor Vicente Pellicer, autor de algunas de las lápidas artísticas más bellas de la ciudad. Como curiosidad, las letras del rótulo descansan sobre la partitura de la obra más universal de Giner, l’Entrà de la Murta.
Desde aquel día y hasta hoy, la antigua calle de Llíria pasó a denominarse como calle de Salvador Giner. El nombre de Liria se trasladó años después a la calle paralela a esta, que se denominaba calle Burjassot, para deshacer así la duplicidad que existía con la avenida de Burjassot.

Luis Fernández Gimeno
Ingeniero Técnico en Topografía y Máster en Teledetección por la Universidad Politécnica de Valencia....




