La calle de San Fernando y el Siglo Valenciano
La vía se creó a partir de la desaparición de dos cementerios, el de San Martín y el de Santa Catalina
La València olvidada. La calle de San Fernando
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Valencia
La calle de San Fernando de València se creó a partir de la desaparición de dos cementerios, el de San Martín y el de Santa Catalina. Esto ocurrió a principios del siglo XIX, entre los años de 1815 y 1820. El historiador Marqués de Cruilles en su guía de València lo ratifica y dice que los dos cementerios se situaron en el área de la que después sería calle de San Fernando, junto al mesón que se le llamó del Camello.
Por la zona pasaba un trozo descubierto de la acequia de Rovella, que iba desde la calle de la Linterna hasta la de Sant Vicent. Por otro lado y aprovechando el agua de la acequia, existió un lavadero de pieles que dio lugar a diversas protestas de los vecinos, por el olor y lo insalubre del lugar.
Una vez delineada la calle comenzaron las obras de los edificios que algunos todavía se conservan, dando lugar a la creación total de la calle. Esta vía se conoció como Calle Nueva de San Fernando, así lo vemos en muchos de los anuncios de los establecimientos que se hallaban en ella.
San Fernando enlazó dos áreas comerciales importantes aunque diferentes, la calle de San Vicent que aglutinaba grandes comercios de telas, sedería y tejidos diversos. La otra zona era la del Mercado más populista, con géneros de consumo diario.
En 1879 se creó el que podía se denominar Gran Almacén, el primero de la ciudad de estas características, una tienda de planta baja y tres pisos, bien surtida, con distintos departamentos, dedicados a la venta al por mayor, al detall y a precio fijo. Mantas, tejidos de lana, mantones de Manila y géneros de punto. En València no se había visto nada igual, el edificio con sus características columnas de hierro, amplia escalera, fue decorado con gusto de la época. No sólo clientes de la ciudad, sino también de los pueblos pasaron por este gran almacén convertido en punto de referencia que revolucionó en cierta manera esa Valencia comercial.
Su propietario fue Bernardo Gómez Igual, un comerciante emprendedor procedente de Cortes de Arenoso, provincia de Castellón donde ya había regentado una fábrica y comercio de tejidos. Fue tesorero del Comité Ejecutivo de la Exposición Regional Valenciana celebrada en 1909. Además, también ocupó el cargo de director honorario del Centro de Cultura Valencia, además de ser socio protector de la Asociación de la Prensa. También fue senador por la provincia de Castellón. En abril de 1959 Valencia le dedicó una calle en el barrio de Marxalenes, próxima a la avenida de Burjassot.
El edificio de El Siglo Valenciano permanece en pie y ahora es ocupado por el Centre Octubre. Vale la pena visitarlo para ver su interior e imaginarnos el esplendor de la época en que fue construido.
**Texto: Rafa Solaz. Rafa Solaz, documentalista y bibliófilo