Auto de procesamiento contra Mari Brito, alcaldesa de Candelaria, por los vertidos del polígono de Güímar
Le imputa un delito continuado de prevaricación y contra el medio ambiente
También están acusados los ex alcaldes, Gumersindo García, Carmen Luisa Castro y José Juan Lemes
Santa Cruz de Tenerife
El magistrado del Juzgado Número Uno de Güímar, Francisco Tuero González, ha dictado un auto solicitando el procesamiento de la actual alcaldesa de Candelaria, Mari Brito, así como a los ex alcaldes, Gumersindo García, Carmen Luisa Castro y José Juan Lemes, por la comisión de presuntos delitos continuados contra el medio ambiente y prevaricación en la gestión de los vertidos de aguas residuales en el Polígono de Güímar.
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En el auto, al que ha tenido acceso La SER en Canarias, se indica que los citados ediles, quienes eran titulares de las infraestructuras del polígono, de forma consciente y voluntaria, sin justificación aparente omitieron desde julio de 2013 las actuaciones administrativas a que estaban imperativamente obligados en el control y legalización de los vertidos de aguas residuales al medio marino".
Del mismo modo, el juez añade que dicho vertido de aguas residuales, fue continuo e incontrolado procedente de todas las "empresas del Polígono Industrial más grande de Tenerife y de las urbanizaciones de El Socorro y La Viuda, sin depurar, tratar, ni legalizar, que en el medio marino receptor originó al menos en el año 2017, un riesgo grave para la calidad de las aguas, el equilibrio de los sistemas naturales y la salud de las personas, quebrantando directamente la normativa medioambiental aplicable".
Tras el auto de procesamiento, el juez da un plazo de 10 días para que las partes personadas como acusación popular (Izquierda Unida y Sí se Puede) y la Fiscalía presenten escritos de calificación provisional con vistas a la apertura del juicio oral si así se estima por parte del magistrado.
Informe contundente
El juez que ha instruido el caso ha esgrimido un informe demoledor en cuanto a los daños ocasionados por los continuos vertidos. En el informe se explica que se realizaron toma de muestras en siete puntos cercanos al emisario submarino que se interna medio kilómetro en el mar desde la costa, y a un kilómetro de distancia del mismo.
La conclusión es contundente y preocupante, así se obtiene que los valores por ejemplo de DBO5 y DQO, que son dos indicadores de la calidad del química del agua se encontraban en valores 38 veces por encima de los permitidos por la ley.
Además, constatan la inexistencia de vida marina como erizos en el arranque del emisario solo algas y una alta concentración de detergentes industriales nuevamente, muy por encima de los valores establecidos, así como altas concentraciones de plomo, coliformes, nitratos, entre otros.
Por otra parte, en el informe se alerta de que las concentraciones de la bacteria E. Coli, que habitualmente provoca el cierre de playas y especialmente en estas zonas del Valle de Güímar, se sitúan en concentraciones 100 veces, superiores a lo permitido.
La conclusión final de los peritos es que las instalaciones de depuración en tierra están abandonadas y obsoletas, no hay tratamiento de aguas desde el polígono industrial y el riesgo hacia la salud de las personas y el medio ambiente es evidente.