Erika Vázquez y Vanesa Gimbert estrenan sus nuevas vidas

Bilbao

Entre las dos suman 26 temporadas, 672 partidos y 305 goles con la camiseta del Athletic. Vanesa Gimbert y Erika Vázquez han pasado toda su vida jugando a fútbol. Ahora tienen por delante su primer verano sin pretemporada en el horizonte. "Eso no lo vamos a echar de menos. Cuando llegue julio, les he prometido que les mandaré fotos de donde esté de vacaciones", confiesa entre sonrisas Erika.

En la misma línea, Vanesa añade que "ahora mismo me visualizo en casa de mis padres, en Córdoba, disfrutando del verano y la familia. Cuando llegue septiembre y empiece la temporada seguro que nos entrará algo de envidia". En su caso han sido nueve años como leona; en el de Erika, 17. Han sido compañeras, pero también rivales.

"Erika era un coñazo. Enfrentarte a ella era saber que en cualquier momento te podía hacer un recorte o sacarte un penalti. La verdad es que es mejor tenerla como compañera que como rival", desliza Gimbert. Ambas han compartido también vestuario con la que en este último año y medio ha sido su entrenadora, Iraia Iturregi. ¿Cuesta asimilar ese cambio? "No tiene por qué ser complicado. Ella toma las decisiones que corresponden a su papel y tú, como jugadora, haces tu papel", dice la delantera navarra.

¿Futuras entrenadoras?

Cuando pase el verano, a las dos les tocará comenzar con sus nuevas vidas. Erika tiene claro su futuro profesional: "Todos estos años los he aprovechado para formarme. Me he licenciado, he hecho un máster y me he sacado el carné de entrenadora. Yo sabía que el fútbol me iba a llegar hasta un punto, que iba a tener que trabajar de lo que estudiase. Por eso los estudios, en mi caso, han ido de la mano del fútbol siempre", relata. Eso sí, confiesa que "me gustaría ser entrenadora, esa es la ilusión que tengo".

El caso de Vanesa es diferente. "Yo dejé los estudios bastante pronto. Ahora te crea cierta intranquilidad por lo desconocido. Estás acostumbrada a dedicar toda tu vida al fútbol, pero no tiene por qué ser peor que esta etapa que he vivido, que ha sido maravillosa, sino que será diferente", cuenta, aunque también tiene planes para un futuro en los banquillos.

Elegir el momento

En lo que sí están de acuerdo las dos es en que el momento de colgar las botas era este. Tiene claro Erika que "es una decisión que no se toma de la noche a la mañana. Yo siempre me preguntaba si sabría cuándo me llegaba el momento de retirarme, pero sí, lo sabes. Hay un momento en que sientes que quieres disfrutar de otras cosas, vivir otras situaciones. Yo me prometí dejarlo sobre el campo. El año pasado sufrí mucho a causa de las lesiones, pero este he podido disfrutar".

En el caso de Vanesa, por el contrario, "era el momento oportuno. Ha sido una temporada dura. He tenido muchas molestias, me ha costado coger ritmo. Es el momento ideal". Como la suya, la temporada del equipo ha sido agridulce. La Primera Iberdrola ha dado un salto en los últimos años que complica las cosas. Gimbert no duda en reconocer que "los equipos están más preparados, el Barcelona está a otro nivel. El Athletic tiene que competir, pero ganar un título es muy complicado".