Seis horas de espera sin ser atendida en las Urgencias de Txagorritxu: "Nos dijeron que nos quedaban dos horas y media más"
La mujer de 81 años había acudido con un problema en la vista, bastante preocupada porque anteriormente había perdido parte de la visión del otro ojo
Vitoria
El sábado 21 de mayo, José Alberto acompañó —sobre las seis de la tarde— a su madre de 81 años a las Urgencias del HUA en Txagorritxu por un problema en la vista. Anteriormente, ya tuvo un problema en el otro ojo que le llevó a perder parte de la visión, por lo que estaba bastante preocupada por miedo a que le ocurriese lo mismo. A las nueve de la noche seguían aún en urgencias y a las doce de la noche decidieron marcharse sin que la hubieran atendido porque todavía les quedaban unas "dos horas y media más de espera", según les indicó uno de los enfermeros. Además, tampoco había oftalmólogo de guardia para ese día, ni para el siguiente. "Me dijeron que seguramente habría un adjunto en casa al que el residente no se iba a atrever a llamar porque no parecía una cosa grave", ha explicado José Alberto a SER Vitoria.
Esa misma noche puso una reclamación —cree que hubo entre seis u ocho en total— y el lunes habló con atención al paciente, cuya respuesta ha calificado como "significativa". "Me dijeron que hasta que no me respondan la reclamación que ya he puesto, ellos no pueden hacer nada", ha contado. La centralización de las Urgencias en el HUA ha aumentado el tiempo de espera.
Aquel día había unas 70 personas en las urgencias de Txagorritxu —entre pacientes y acompañantes—, por lo que José Alberto no entiende esa tardanza. "Yo no soy médico, por lo que no puedo decir lo que hacen bien y lo que hacen mal, pero desde luego seis horas me parece una auténtica barbaridad y un despropósito". José Alberto ha denunciado a SER Vitoria que existe mala gestión y falta de personal porque desde su experiencia propia, aquel día solo estaban atendiendo en dos o tres boxes y ha dicho que uno de los enfermeros le comentó que "la media de espera está ahora en unas cuatro o cuatro horas y media". "Lo que sí quiero destacar es que el trato por parte de la gente que está allí trabajando fue exquisito, ellos están tan agobiados como los que estamos esperando", ha explicado.
Cuando su madre pasó consulta en Santiago el día 23, le comunicaron que efectivamente tenía una lesión, pero no resultó ser, por suerte, lo que le había ocurrido tiempo atrás. Por el momento, está a la espera de una respuesta a su reclamación y ha insistido en que esa tardanza a la hora de atender, puede resultar "dramática" en ciertos casos que, en principio, catalogan en urgencias como no graves.