Uni Bilbao: cómo crear un club de rugby de cantera
Con el argentino Mario Barandiaran a la cabeza, el club está expandiendo su infraestructura
Uni Bilbao: cómo crear un club de rugby de cantera
Bilbao
"Es un club familiar, con ganas de crecer desde abajo para tener una buena base de jugadores. No solo queremos ser un equipo de primera, sino un club que se sostenga en el tiempo a partir de un trabajo coherente y hecho desde la cantera y hasta arriba". Mario Barandiaran tiene claro lo que significa ser el entrenador del Universitario Bilbao.
Un mito del rugby en argentina que ha pasado varias temporadas en el primer nivel de este deporte en España, al frente del VRAC Quesos Entrepinares, que ahora ha cambiado de objetivo y ha sabido adaptarse a la primera. "Al principio de la temporada perdimos muchos partidos seguidos. Nunca nadie de la directiva me llamó por teléfono para pedirme explicaciones. Al contrario, todo era aliento y apoyo", relata en Radio Bilbao.
Seguirá un año más, como mínimo, al frente del primer equipo. No cabía duda en el club tras alcanzar el objetivo de la permanencia en División de Honor B. "Los demás equipos hacen fichajes. Nosotros, con solo un fichaje y habiendo dado minutos a 75 jugadores diferentes durante la temporada, conseguimos la permanencia de manera holgada. Ese es el objetivo más lindo que hemos cumplido, y no es pequeño", asegura Barandiaran.
Cómo se crea una cantera desde cero
Transcurridos unos meses, Mario ha absorbido la mentalidad de cantera del Uni Bilbao. Es uno de los miembros del equipo que llevan meses visitando distintas ikastolas del territorio para descubrir a niños y niñas de todas las edades este deporte. Es un proceso largo, de exposición y captación a la vez, que empieza a dar frutos.
El primer equipo femenino compite en Liga Vasca. Tanto la vertiente masculina como la femenina están haciendo crecer continuamente sus ramificaciones con el objetivo de cubrir todas las categorías para que nadie tenga que cambiar de club o renunciar a jugar al rugby al cumplir una determinada edad. Es más, incluso han creado un equipo, el de las Lamiak, con madres de jugadores que nunca antes habían saltado a un campo de rugby.
Su primer día en Bilbao
Cuando llegó a Bilbao, todos en el club, todos en el mundo del rugby, habían oído hablar de Mario Barandiaran. Un mito en Argentina, donde fue seleccionador, y también con recorrido en la División de Honor española -varias temporadas en un banquillo puntero como es el de VRAC en Valladolid-.
Recuerda una anécdota que vivió en su primer entrenamiento: "Empezaba a las ocho. A esa hora había diez jugadores. A y diez ya había qiunce. Al final, el entrenamiento empezó a las ocho y veinte. Cuando terminó les dije que el próximo día, quien no fuera puntual, no entrenaría. Luego me reconocieron que el primer día pensaron que yo estaba loco, que les trataba como si esto fuera el servicio militar", rememora Barandiaran.