La zarzuela vuelve a la Quincena Musical con 'La tabernera del puerto'

La Quincena Musical homenajeará a Pablo Sorozabal en el 125 aniversario de su nacimiento con la interpretación, en versión concierto, de la zarzuela "La tabernera del puerto" con la Orquesta Sinfónica de Bilbao bajo la batuta de Unai Urrecho y un elenco vocal liderado por la soprano Miren Urbieta-Vega y el tenor Andeka Gorrotxategi.

La música del compositor donostiarra estará presente en varios conciertos del ciclo musical, pero una de las citas principales será esta zarzuela, el próximo domingo en el Auditorio Kursaal. La Orquesta Sinfónica de Bilbao, que también cumple este año su cien aniversario, estará acompañada por el Coro Landarbaso de Errenteria, que dirige Iñaki Tolaretxipi desde su fundación en 1991.

La soprano donostiarra Miren Urbieta-Vega, que encarnará a Marola, estudió canto con Maite Arruabarrena en el Centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, y posteriormente completó su formación en el Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo de Valencia.

En 2014 obtuvo el Premio a la Mejor Cantante Española en el prestigioso Concurso Viñas, que le dio la oportunidad de trabajar en el Liceu de Barcelona, y un año después el Premio a la Mejor Cantante Revelación de los Premios Líricos Campoamor de Oviedo. Desde entonces, se ha convertido en un nombre habitual en los repartos de los teatros líricos españoles.

Andeka Gorrotxategi, que se hará cargo del papel de Leandro, ganó concursos como el Jaume Aragall o el Manuel Ausensi y ha actuado en Teatro Real de Madrid, el San Carlo de Nápoles, la Ópera de Sidney y National Centre for the Performing Arts de Pekín, entre otros.

La dirección correrá a cago de Unai Urrecho, titular de la Orquesta Filarmónica Soliall de Corea del Sur y de la Filarmónica de Saigón en Vietnam.

"La tabernera del puerto" es una de las zarzuelas más populares de Sorozabal, que la estrenó en mayo de 1936 en el Teatro Tívoli de Barcelona con gran éxito, pero la Guerra Civil obligó a detener las representaciones.

Las interpretaciones volvieron en marzo de 1940 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, pero para entonces el compositor donostiarra estaba sometido al escrutinio político por su perfil republicano y no pudo dirigir las funciones por prohibición expresa de la Falange Española.