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Real Sociedad

Hasta que duró la gasolina

La Real Sociedad pierde en el Reale Arena contra el Barcelona (1-4) en su primer partido de la temporada delante de su afición. En dos minutos dilapidó una notable hora de juego en la que mereció, incluso, adelantarse en el marcador. Dembelé debió ser expulsado en la primera parte por un codazo a Aihen

SAN SEBASTIÁN, 21/08/2022.- El delantero del FC Barcelona Robert Lewandowski (c) celebra tras marcar ante la Real Sociedad, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el Reale Arena, en San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta / Javier Etxezarreta (EFE)

San Sebastián

La Real Sociedad perdió contra el Barcelona. Eso ya no es noticia. Tristemente. Así lleva sucediendo los últimos años. Son ya siete concretamente las temporadas que no le gana el equipo culé en el Reale Arena. Lo relevante de la derrota en este caso es que llega después de haber competido de tú a tú durante una hora notable de juego. Pero después se ha caído. En dos minutos. En dos minutos de locura futbolística de Ansu Fati; pero también en dos minutos de apagón generalizado en los donostiarras. Todo pasó muy rápido. Se pasó del 2-1 con el gol anulado a Brais Méndez al 1-3 en un abrir y cerrar de ojos. Y el partido estaba visto para sentencia. Parece mentira. Pero la Real compitió de manera fantástica durante el tiempo que le duró la gasolina contra un equipo como el Barça que impuso un ritmo endiablado, un ritmo de equipo de Champions, lo que quiere ser la Real, pero que a día de hoy la cruel realidad es que no está preparado para serlo. El tiempo dirá si evoluciona para conseguirlo. De momento, la película se repite, y eso es lo preocupante.

La temporada pasada se hablaba mucho de lo endeble que era el equipo de Imanol Alguacil desde el punto de vista físico, incapaz de aguantar los ritmos de equipos poderosos en esa faceta, como le pasó contra el Leipzig, por ejemplo. Este verano se han gastado 31 millones de euros en fichajes, la mayor inversión de su historia en el mercado. Pero no ha servido para paliar esa carencia tan importante. La Real sigue cayéndose cuando los partidos se plantean a un nivel físico tan exigente como el que han querido imprimir ambos equipos. Así que ha dado la talla hasta que las fuerzas le han acompañado. Habrá que pensar que se trata de un déficit de principios de temporada, y que se va a corregir con el transcurso de la competición. Porque esa será la clave para que los donostiarras puedan dar ese paso adelante que tanto reclamamos todos a esta Real en partidos grandes como éste del Reale Arena.

Porque es una pena, da mucha rabia, tirar por la borda un trabajo tan sobresaliente como el que han llevado a cabo durante esa hora de juego en la que, incluso, mereció ponerse por delante en el marcador, más allá del golazo de Alexander Isak. La gasolina tiene que durar hasta el pitido final del colegiado, porque para eso se preparan a conciencia en Zubieta. Pero más allá de todo este asunto, la realidad es que la Real no ha merecido tampoco recibir cuatro goles. Ha hecho méritos más que de sobra para estar más cerca. Y sin mencionar la actuación arbitral, que una vez más contra el Barcelona le vuelve a perjudicar. Dembelé, autor del 1-2, debió estar en la calle en la primera parte, por un codazo a Aihen Muñoz con el balón en juego que era merecedor de una tarjeta roja directa. Eso influyó en el desarrollo del partido, porque el francés debía estar fuera del terreo de juego cuando marcó. Por supuesto que se pudo ganar al Barcelona, pero todos los detalles fueron en contra. No queda otra que levantarse y aprender. De nada sirve lamentarse. Esto no ha hecho más que comenzer.

Roberto Ramajo

Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas....