Los comercios centenarios de Bizkaia

Bilbao

En 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia' nos acercamos a ese comercio local que conocemos de toda la vida, al que lleva con nosotros desde siempre, hablamos de comercios centenarios de Bizkaia. Han vivido ésta y otras tantas crisis económicas, incluida la que hace 38 años lidiaba con esta misma carestía de vida. Si en Bilbao el registro los cifra en 59, la Cámara de Comercio lamenta que no exista un registro oficial para Bizkaia. Formaciones políticas han solicitado ya en el Parlamento vasco un censo para conocer su situación y cómo ayudar a su siempre complicado relevo generacional. Por ello, hemos recorrido varios puntos del territorio de la mano de estos comercios centenarios.

La Joyería Mancisidor de Durango abrió en 1866 y Maite Mancisidor está ahora a su cargo, se trata de la quinta generación de la familia que lleva el comercio. Maite nos ha contado que es la primera de mujer de la familia que está al frente, hasta ahora había pasado de chico a chico, aunque curiosamente había solo un chico en cada generación". Fue "presionado tomar el mando porque mi aita se estaba quedando ciego y necesitaba ayuda y aquí sigo yo después de muchos años", explica Maite. Sobre futuras generaciones, dice que "debe ser una oportunidad para ellos y no una obligación".

Esta joyería dio atención a los relojes municipales durante más de medio siglo, entre 1894 y 1949, y vivió también el bombardeo de Durango, que les hizo cambiar de ubicación temporalmente. Pese a todo, sigue adelante y ya tiene 156 años y sobre la actual crisis Maite dice que "intento no pensar en ello".

Entre cliente y cliente, también se ha pasado por Radio Bilbao la Mercería Casa Pepa, de Markina y abierta en 1876. Ahora está al cargo del negocio Lucía Larrinaga, tataranieta de la fundadora, y nos ha explicado que su tatarabuela "comenzó ambulantemente y tuvo varias multas, le dijeron que se tenía que establecer si quería vender y entonces montó la tienda". "Es una mercería con un poco de todo, una tienda de toda la vida", cuenta Lucía. Sobre cómo tomo las riendas del negocio, cuenta que "su madre tuvo la tienda y después me tocó a mí. Hay relevo y a ver si se dedican a ello". Sobre la crisis, explica Lucia que "con la pandemia la gente compraba mucho en el pueblo y lo notamos para bien, pero ahora la cosa está paradita".

Eugenio de Francisco, de la Relojería-Joyería Antonio de Francisco que abrió sus puertas en 1916 en Balmaseda, ha querido también contar su experiencia como comercio centenario, "nuestra historia es parecida a la de Lucía y Maite". En este caso, el apellido de Francisco se ha mantenido en el comercio y en quien lo regenta, "y no quedamos muchos de Francisco, porque en la familia había muchas chicas, todo menos la rama de mi abuelo, mi aita y yo. Ahora a ver si mi hijo se anima, que está estudiando comercio exterior, pero no debe ser ninguna obligación."

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Pero no todo son luces, hay localidades en las que las grandes superficies han acabado con estos comercios y no hay rastro de ninguno centenario, es el caso de Barakaldo. En la localidad fabril está Calzados San Román, uno de los más antiguos del municipio al ser abierto en 1956, y su propietario, Javier San Román explica las dificultades que se encuentran en su entorno con tanta competencia, "aquí en Barakaldo hemos sufrido mucho ese acoso de la competencia por parte de los centros comerciales que nos tienen rodeados, más los comercios online ahora". Explica que "es una crisis continua, pero somos comerciantes y tenemos esa paciencia y el espíritu de lucha, pero está difícil. Tienes que tener una atención al cliente excepcional, como una boutique de lujo, tener el modelaje de 'El Corte Inglés' y el mismo precio que en Internet.