Las familias de la Ikastola Abendaño exigen un nuevo semáforo en la zona para acudir a la escuela "con total seguridad"
Denuncian que desde la incorporación del BEI, "los accesos son complicados y los peatones han perdido prioridad"
Vitoria
Los padres y madres de la Ikastola de Abendaño piden que se habilite un semáforo que de seguridad a los niños que acuden a clase en una zona con "accesos complicados". Se trata, concretamente, del de Beato Tomás de Zumárraga con la esquina de la calle México. Por esta zona, ahora pasa el BEI y denuncian que, desde su puesta en marcha, "los peatones han perdido prioridad". En este punto concreto —explican— existen dos tramos para cruzar la carretera. El problema es que el semáforo no indica el paso o no paso en los dos tramos, solo en uno de ellos, por lo que —insisten— puede confundir a la gente.
A esto se añade que en este punto hay una curva "con poca visibilidad" y los autobuses vienen de tres sitios diferentes. Además, hacen especial hincapié en que esta es una zona "por donde pasan cientos de niños cada día". "Se complica mucho el fomentar la autonomía y la independencia de los niños para que puedan ir a la escuela", señala Naiara, una de las madres y miembro de la Comisión de Caminos Escolares Seguros.
Reducir los puntos críticos es una petición que ya presentaron en Hobetuz, pero que no salió adelante. En estos momentos "piden que se aumente la señalización y que se pongan más semáforos en la zona por donde pasa el BEI" para que las familias que acuden a la ikastola a pie y en bicicleta, puedan hacerlo "con total seguridad".
Reconocen que han notado "mejorías" como por ejemplo, la continuidad del carril bici por la avenida de Los Huetos y la colocación de un paso de cebra en este punto. Aun así, creen que es "insuficiente" y que "va con retraso". "Detrás de la ikastola, está el instituto Unamuno donde irán estos mismos niños, así que facilitar el camino es básico".
El último viernes de cada mes, las familias se reúnen en las zonas de los trayectos por donde habitualmente acuden a la ikastola para visibilizar los puntos críticos y la necesidad de más señalización.