El Gobierno vasco ampliará tres vertederos más y reabrirá el de Artxanda
La consejera de Desarrollo Económico ha detallado el Plan de Prevención y Gestión de Residuos de Euskadi 2030
Bilbao
Pocas horas después de que se conociera que tres técnicos del Gobierno vasco serán investigados por el derrumbe del vertedero de Zaldibar, la consejera Arntxa tapia ha explicado los planes de su departamento para la reducción del vertido de residuos y las medidas que se tomarán para garantizar la capacidad de las instalaciones.
Según se recoge en la hoja de ruta presentada hoy, durante los próximos años, los ocho vertederos que se prevé vayan a recibir residuos no peligrosos son: Gardelegi, en Araba; Epele y Aizmendi, en Gipuzkoa; e Igorre, Bistibieta, Betearte, Zalla y la futura restauración ambiental de Artxanda, en Bizkaia. Con las ampliaciones previstas de las instalaciones de vertido de Igorre, Bistibieta y Betearte, la reapertura de Epele y la restauración de Artxanda, se incrementaría la capacidad de vertido en 4,7 Millones de toneladas, cantidad suficiente para hacer frente a las necesidades de vertido previstas en el Plan de prevención y gestión hasta 2030. En caso de no construirse las plantas de valorización de residuos previstas en el plan de residuos, que suponen una reducción del volumen de vertido, la administración se vería obligada a autorizar nuevos vertederos o la ampliación de los existentes.
Una de esas medidas ya ejecutada es la orden de limitación de vertido, aprobada en 2020, que prohíbe llevar a vertedero determinados residuos, como residuos de demolición y construcción o escorias de acería, obligando a su traslado a plantas de tratamiento y reciclaje.
Canon de vertido
Otra medida que se implementará a partir del año 2024 es el canon de vertido. El 1 de enero de 2023, entrará en vigor el canon estatal de vertido para los residuos no peligrosos, fijado en 10 euros por tonelada. En Euskadi, tomando como base estudios de las mejores prácticas europeas, se ha elaborado una propuesta técnica que plantea subir dicha tasa progresivamente para llegar a 20 euros por tonelada en 2025 y, ese mismo año, revisar esta cifra en función de los resultados obtenidos.
Por último, la hoja de ruta incluye una posible nueva infraestructura para la valorización de residuos y tierras que no tengan una solución inmediata alternativa al vertedero, como tierras de excavación y otros residuos áridos. Con esta infraestructura se podrían almacenar y adecuar para otros usos los materiales secundarios provenientes de estos residuos, evitando así que se lleven a vertedero.
Asimismo, el departamento tiene previsto incrementar el personal de inspección y sanción para 2025, de modo que se realicen inspecciones anuales de los vertederos activos e inspecciones periódicas en vertederos inactivos.
Se establece, además, un límite máximo de vertido anual en cada instalación, en función de las características de cada tipo de instalación. Se realizarán revisiones de la Autorización Ambiental Integrada de todas las instalaciones de vertido con el fin de adecuarlas a la legislación vigente, y se incluirán mayores garantías financieras para el sellado y post-clausura.
Tablas descriptivas de la capacidad de vertido y la evolución de ampliaciones y cierre de vertederos
Escenario de capacidad de vertido 2023-2030
Evolución de la necesidad de vertido en el plan de prevención y gestión de residuos 2030
Adecuación de la capacidad puntual de vertido de RNP para hacer frente al déficit actual
Previsión de clausura de vertederos