Dolores Redondo: "Espero que los bilbaínos acepten todo el amor con el que está escrita la novela, pero hay partes oscuras"
La escritora donostiarra Dolores Redondo ha estado en 'La Ventana' con Carles Francino para hablar de su última novela negra, 'Esperando al diluvio', ambientada en el lúgubre e industrial Bilbao del 83
Bilbao
Dolores Redondo, autodenominada "escritora de tormentas", ha presentado en Bilbao su último libro que está ambientado en el oscuro Bilbao del año 1983, el mismo en el que la 'gota fría' sepultó bajo el agua la capital. "Si las novelas se empiezan a escribir desde el momento en que tienes la primera semilla o germen, fue hace 39 años", ha explicado la autora, que se ha enfrentado a una labor de documentación histórica e incluso médica para narrar los hechos del libro.
"Respecto a cómo era la calle hay que ser honesto. Espero que los bilbaínos acepten todo el amor con el que está escrita la novela, que es muchísimo —reconoce la autora en la conversación con Carles Francino—, pero es cierto que hay partes oscuras que nos alegramos de que pertenezcan al pasado: la contaminación, el terrorismo, la presión policial...".
Su última historia tiene lugar en la peor versión de Bilbao, con uno de esos criminales que pasó a ser leyenda en Escocia porque nunca llegó a atrapársele. La criminología ha evolucionado mucho desde aquellos años: "No hay fotos, solo retratos robot basados en los testimonios de los testigos, que fueron muchos. La gente le oyó nombrar los salmos y citar las escrituras y de ahí salió su apodo John Biblia", relata la escritora.
Reportaje 'Esperando al diluvio'
"John se llevó a tres mujeres de la misma discoteca durante un año y medio, después de ligar con ellas y ofrecerse a acompañarlas a casa. Por el camino las violó, las estranguló y mató", explica. De esos crímenes, y de su leyenda, surge su inspiración para construir al villano de la novela: "El único crimen de John que cuento es de ficción y ocurre en Bilbao. No quería construir sobre los verdaderos crímenes por respeto a las víctimas y a sus familiares".
La radio para Dolores Redondo
La radio era una de las pocas ventanas a las que en aquel Bilbao se podía acudir en el momento de la catástrofe. Para Redondo, la radio ha sido uno de esos motores vitales: "A mis hijos, cuando trato de explicarles qué era es radiofórmula, les digo que era las redes sociales de entonces. Te ponías a escuchar la radio y sabías de quién era el cumple, quién se había casado, quién estaba enamorado...".