El derbi de Anoeta en el que Aitor Larrazabal jugó de portero

La historia de los derbis disputados entre el Athletic y la Real Sociedad bien daría para escribir un libro. O dos. Desde la ikurriña de Atotxa hasta los billetes con la cara de Iñigo Martínez tras el fichaje del central por el Athletic, muchas son las anécdotas que dejan los viajes del conjunto rojiblanco a San Sebastián.

Uno de los capítulos inolvidables ocurrió el 8 de noviembre de 1998. El Athletic, dirigido entonces por Luis Fernández, acudió a Donostia para medirse a la Real de Bernd Krauss. El partido lo ganaron los locales por 3-1, pero el gran protagonista del encuentro fue Aitor Larrazabal.

El Athletic se quedó con 9

El actual entrenador del Gernika marcó desde el punto de penalti el único tanto rojiblanco, pero eso no fue lo noticioso. Pese a que la temporada de Liga acababa de comenzar, el partido fue acumulando amonestados por parte de José Luis Prados García. Uno de ellos fue Andoni Imaz, que en el minuto 86 vio la segunda amarilla y fue expulsado.

Apenas dos minutos más tarde, con 2-1 en el marcador -goles de De Paula y Sa Pinto- y el Athletic con diez jugadores, Imanol Etxeberria vio la roja directa en una salida para cortar la peligrosa llegada de Kovacevic, al que perseguía en esa jugada precisamente Larrazabal. El guardameta fue expulsado aquel día por primera vez en su carrera.

Larrazabal se vistió de negro

A falta de dos minutos para cumplirse el tiempo reglamentario y con los cambios agotados -habían ingresado al terreno de juego Ezquerro, Etxeberria y Jorge Pérez-, fue Larrazabal quien cogió la camiseta negra y se colocó bajo palos.

"Yo en algunos entrenamientos desde pequeño hacía mis pinitos como portero. Incluso en el primer equipo he hecho de portero varias veces en tandas de penaltis en los entrenamientos. Toda la vida me ha gustado el puesto y lo hice porque me sentí seguro", reconoce Aitor.

Su primera intervención fue de éxito: detuvo abajo una falta botada por Idiakez. "Movimientos de portero tenía. Lo que me faltaba era la talla", confiesa Larrazabal. Pero unos minutos más tarde no tendría tanta fortuna. Corría el minuto 95 y quedaba solo uno más de añadido. El colegiado pitó una falta en la banda izquierda del ataque rojiblanco. Aitor Larrazabal se incorporó al remate. Julen Guerrero sacó la falta, la defensa de la Real ganó el rechace y se llevó el balón.

Sentencia sin portero

De por medio, en el barullo del área pequeña, Aitor reclamó un penalti de Sa Pinto que el colegiado no entendió punible, con lo que el equipo txuriurdin tuvo la ocasión de lanzar una contra en el último instante del partido. "Luis Fernández me mandó a rematar un córner. Subí y en esa jugada hubo un penaltir de Sa Pinto que, hoy en día, el VAR habría pitado sin duda", asegura Aitor. El Athletic, con él en área contraria, estaba sin portero y Kovacevic no perdonó, condujo el balón hasta marcar el 3-1 definitivo.