Nace Fabrika, el centro de alto rendimiento que viene para revolucionar la cultura empresarial

La transformación digital o la transición ecológica son dos de los mayores retos a los que se enfrenta la sociedad a corto-medio plazo, desafíos que requieren de un aprendizaje constante, de agudeza e inteligencia para saber adaptarse a las exigencias de un entorno que tiende, y no en pocas ocasiones, a presentarse incierto. Es aquí, para arrojar luz sobre esa oscuridad que llega Fabrika, un centro de alto rendimiento dedicado en exclusiva a la transición cultural de las organizaciones, vital para hacer frente al futuro más próximo.

"Es una necesidad universal, de prácticamente todas las organizaciones conformadas por personas, independientemente del lugar geográfico, tamaño, sector o forma jurídica que tengan, ya sea en el ámbito privado o en el público", ha recalcado Eduardo Junkera, presidente de Adegi. Un proyecto que cuenta con un sistema de aprendizaje propio: el método Fabrika, basado en la "teoría de los sistemas vivos complejos", que explican el impacto que tienen las relaciones interpersonales en el funcionamiento de las empresas, entendiéndolas como estructuras vivas. Así, se persigue estudiar las reglas culturales que rigen el día a día de las organizaciones para detectar posibles fallas y poder corregirlas. Todo ello, con el objetivo de mejorar la afectividad de sus miembros.

El público objetivo de Fabrika son las empresas; sin embargo, cuenta ya con programas piloto en el sector educativo, en el sector público, y próximamente para la ciudadanía en general. Para ello, Fabrika dispone de diferentes programas de entrenamiento, que trabajan los principios sobre los que se asienta esta nueva cultura, como la confianza, la comunicación o la participación. Este proyecto engloba a todos los agentes sociales, que desde lo local -desde una foco gipuzkoano- pueden ser los generadores de cambio de esa transformación cultural, tal y como ha señalado Juan Mancisidor, director de Fabrika.

Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu ha aplaudido los valores sobre los que se sustenta Fabrika, un centro "pionero en el mundo que inicia su camino en terreno abonado" porque, a su juicio, "la innovación, el riesgo, la formación o la cooperación" forman parte de la cultura de empresa en Euskadi. Urkullu ha aprovechado este foro para ratificar su voluntad de trabajar "juntos" para "mejorar la competitividad, acercar formación y empresa, generar oportunidades de empleo de mayor calidad y seguir construyendo una sociedad más avanzada y justa". Fabrika tiene una superficie construida de 4550m2, en una parcela de 3450m2. El edifico tiene 5 plantas. 18 salas de uso en diferentes formatos, terrazas y espacios outdoor. El presupuesto ha ascendido a 6 millones de euros, con una aportación de la Diputación Foral de Gipuzkoa de 600.000 euros, mientras que el restante corresponde a Adegi. El edifico ha sido diseñado por BIEME Arquitectura (Mikel Arrillaga como arquitecto) y el estudio EQUI.

En la nota de prensa que han compartido desde Fabrika, apuntan que son "un proyecto de país, impulsada en un inicio por las empresas de Gipuzkoa", pero que "nace con la vocación de estar abierto al mundo".