¿Un gaditano en el Athletic?
El apellido Arteaga confundió a la dirección deportiva del club, que se interesó por el jugador andaluz
Arteaga, con la camiseta del Espanyol
Bilbao
Al menos se preguntó. Es cierto que cuando se dieron cuenta de que en el DNI figuraba que había nacido en Cádiz, todo se quedó en agua de borrajas. Vamos, que el asunto no tenía ni medio pase. Pero el Athletic preguntó. Eso es cierto.
Hay que remontarse a finales de los 80, primeros de los 90. En el Cádiz brillaba con luz propia un centrocampista con calidad y desparpajo, Moisés Artega. En aquel Cádiz daba sus primeros pasos Kiko Narváez, aún aguantaba Carmelo, el Kaiser de la Bahía, y mandaba “Mami” Quevedo.
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Al entonces director deportivo del Athletic, Txutxi Aranguren, le mosqueó el apellido de aquel jugador que llevaba el bastón de mando del conjunto andaluz y cuyo futuro ya estaba en el punto de mira de otros equipos de Primera División.
Apellido navarro
“Mi apellido proviene de Navarra. Y sí, mi nombre sonó y hubo cierto interés por parte del Athletic. Vamos, que preguntaron por mí. Y la verdad es que no habría estado nada mal. Yo, en aquella época, era un chaval que quería triunfar en el fútbol y el Athletic, no nos engañemos, era uno de los grandes. ¡Es que era jugar en la Catedral!” recuerda el futbolista.
Cromo de Moisés Arteaga
Cromo de Moisés Arteaga
“Llamaron a mi representante. Yo no hablé con nadie. Me dijo que el Athletic había preguntado por mí. Me hizo una ilusión terrible, pero yo ya sabía que no tenía recorrido. Es que había nacido en Cádiz” apunta Arteaga.
No le fue mal al gaditano. Un año después marcó un gol al Athletic en San Mamés, “recuerdo que fue de falta en un campo muy embarrado”, y después fichó el Espanyol, donde permaneció durante nueve temporadas y ganó una Copa.
Armando Ribeiro, un “gaditano” que sí jugó en el Athletic
Otro “gaditano ilustre” fue Armando Ribeiro. Se dice que los de Bilbao nacen donde les da la gana. En este caso, Armando fue un portero de Cádiz que nació en Sopelana. Tiene el honor de ser el jugador de mayor edad que ha fichado por el club rojiblanco a lo largo de la historia.
Firmó con 37 años por el Athletic. Pertenecía al Cádiz, pero una lesión de larga duración de Gorka Iraizoz motivó que el Athletic moviera ficha. Aunque tenía en la plantilla a Dani Aranzubia y a Raúl Fernández, Joaquín Caparros solicitó un refuerzo para la portería. El elegido fue Armando que, de inmediato, debutó en el estadio de la Romareda, en Zaragoza.
El guardameta finalizó la temporada como titular y continuó vinculado al Athletic durante otro año. Se retiró con 39 años y, actualmente, pertenece al staff técnico del Athletic, donde ejerce las labores de entrenador de porteros en el Baskonia.
