La magia de hacer sonreír: Zaki Magoa envía 300 bicicletas a Honduras

Bilbao

La magia es universal. Aparecer y desaparecer. Sorprender y asombrar. Niños, adultos e incluso mayores dejan caer sus barbillas hasta el suelo en muchos espectáculos. En Latinoamérica, la magia también existe, pero ha sido con Zaki Magoa cuando la figura de mago ha quedado clara. "Tengo la suerte de ser el primer mago que ven, tanto para los adultos como para los niños. Mi magia es muy cómica, muy provocativa. Enseguida les arranco sonrisas", dice Zaki Magoa, un bilbaíno que lleva más de 10 años recorriendo territorios como el Sahara, Saravejo, Kenya, Ghana u Honduras. El de Rekalde tiene como objetivo, a través de su proyecto 'La magia de una sonrisa', hacer sonreír a los niños y niñas a través de sus espectáculos de payasos, teatro, títeres y magia.

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7 años en Honduras

Honduras ha sido uno de esos países que le ha robado el corazón durante siete años. "Cuando pase por ahí, me di cuenta de que era un país muy duro, con mucha necesidad. Decidí aportar mi granito de arena", explica. Zaki Magoa se dio cuenta hace años que no todos los niños eran tan afortunados de tener, por ejemplo, juguetes. Desde entonces, a través de 'Bici Solidaria en Honduras' ha donado más de 300 bicicletas en 20 guarderías y 5 hogares. "Me centro en las comunidades y aldeas. Allí es donde vive la gente invisible, la gente que no cuenta", expone.

Las bicicletas también sacan sonrisas

Zaki Magoa asume los costes del envío de todas las bicis. "Cuesta 8.000 euros enviar un contenedor a Honduras. Sacarlo de aduanas otros 1.500 euros. Lo asumo yo. Nunca cubro ni una cuarta parte. Tengo un grupo de personas que puntualmente me ayuda económicamente, de vez en cuando me mandan algo de dinero. Con eso puedo hacer mucho allí", explica.

El próximo envío será este sábado, 11 de marzo. A través de la Asociación Ayuda Contenedores tiene un lugar donde guardar las 250 bicicletas que ha reunido esta vez hasta ser enviadas. De Bilbao a Pamplona, de Pamplona a Valencia, y de Valencia hasta Honduras. Zaki Magoa parte este mismo mes también al país hondureño, no volverá hasta dentro de dos años. "Es muy difícil quedarte y echar raíces, pero seguiré hasta que la salud me lo permita. Es duro porque estoy solo, y la soledad es bastante jodida, pero bueno, seguiremos", añade.