Recuerdos de las niñas de la guerra: "Volvieron a un Bilbao en blanco y negro"
La familia de María, Lucía y Julia, niñas vascas de la guerra civil, recuerda una historia de separación y angustia a pocos días del acto de homenaje en San Sebastián
Recuerdos de las niñas de la guerra en Hoy por Hoy San Sebastián: "Volvieron a un Bilbao en blanco y negro"
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San Sebastián
La guerra civil española provocó el desplazamiento masivo de la población. Miles de niños y niñas se vieron obligados a abandonar sus hogares y sus padres, y buscar refugio en otros lugares, María, Lucía y Julia, entre ellas. Abandonaron Bilbao en junio de 1937 en uno de los últimos trenes que partieron hacia Santander repletos de niños de las escuelas de Euskadi, y fueron llevadas a Bélgica, donde pasaron dos largos años antes de poder volver a reunirse con sus padres. Y no todas volvieron a hablar de los sucedido.
Carlos López, nieto de María, no supo del exilio de su abuela hasta que Lisette Wouters, investigadora belga, se interesó en la historia de estas niñas y relató su historia en su último libro sobre los niños de la guerra refugiados en Linter, una pequeña localidad flamenca situada en Bélgica.
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"Casi me caigo de espaldas cuando veo en ese libro a mi abuela, a sus dos hermanas, la documentación de refugiadas, documentos que acreditaban su estancia temporal en Linter", relata Carlos en Hoy por Hoy San Sebastián.
En el caso de Rosa Ruiz, hija de la mediana de las hermanas y prima de Carlos, la experiencia fue distinta. Ella recuerda las anécdotas de su madre y las vivencias más duras de su infancia. "En el barco hacia Francia iban un montón de niños, todos amontonados, llenos de piojos hasta las narices", afirma.
Nuevos vínculos
Según cuentan, fue María, la mayor de las niñas, quien una vez en Francia eligió ir a Bélgica, donde posiblemente le brindaron una mejor atención médica que en otros países de acogida. "Volvieron a una situación dramática de posguerra con cartillas de racionamiento", cuenta Carlos, "vinieron en color a un Bilbao en blanco y negro, creo que en esos momento no se hablaba de eso en casa, siguieron sus vidas".
Carlos y Rosa son dos testigos de una historia de dolor y separación que causó la Guerra Civil en muchas familias españolas y que ha dado lugar a otros vínculos, como el que Rosa mantiene con la familia belga de acogida de su madre que, a día de hoy, supera las fronteras entre países.