Conoce los relojes de sol en Bizkaia
El reloj de sol más antiguo del territorio está situado en la parroquia de Santa María en Markina-Xemein
80 relojes en Bizkaia no cambiarán de hora este fin de semana
Bilbao
En la madrugada de este domingo, a las dos serán las tres. Miles de relojes en Bizkaia cambiarán la hora, excepto 80. Sus líneas y agujas son inamovibles, están grabadas o pintadas en piedra. Euskadi cuenta con más de 300 relojes solares, y en Bizkaia hay 80. Algunos de ellos suman más de 300 años de antigüedad. El más antiguo, de 1692, está en Markina-Xemein, en la parroquia de Santa María. Sin embargo, según Iñaki Olabarrieta, gran conocedor del patrimonio artístico vasco, son muchos los relojes solares que se han perdido. "Muchos están perdidos, y otros muchos están muy deteriorados; en la zona del Txorierri, en Larrabetzu, en Erandio, en Loiu. El de Lezama, sin embargo, está en muy buen estado", explica.
¿Cómo funcionan?
Pero, ¿Qué importancia tienen en el siglo XXI? ¿Sabemos cómo funcionan? ¿Se siguen utilizando? "Teniendo en cuenta cómo gira la tierra alrededor de sol... El sol sale por el este y por ello, proyecta la sombra hacia el oeste. En el oeste, se refleja desde las seis de la mañana hasta la vertical, que son las doce de medio día. A partir de ahí, el sol pasa ya a la zona oeste y empieza a proyectar la zona hacia el oeste", dice Olabarrieta.
Los relojes solares reciben nueve horas de luz directa en invierno, doce horas en los equinoccios, y dieciséis en verano. A través de la línea de los relojes solares se puede saber en qué mes estamos. "La precisión no ha sido siempre la misma. Sobre el año 1000, los árabes descubren que si se pone la varilla que proyecta la sombra en paralelo al eje de la tierra, la exactitud es enorme", dice Olabarrieta.
Reloj de sol en Balmaseda
A lo largo de los años, ejemplos como el de Manuel Gómez Arenaza han acercado el tiempo a nuevas realidades. Balmaseda cuenta con un reloj solar único en el Estado. La precisión que creo Gómez es casi milimétrica. "A Manu era lo que más le llamaba la atención, él sacrificaba un diseño más espectacular porque el reloj fuese mucho más preciso. Que el reloj de Balmaseda sea tan grande tiene como consecuencia que sea tan exacto", explica José Ignacio, amigo del artista Gómez.