¿Cómo mantiene viva Balmaseda su Pasión Viviente generación tras generación?
Jueves Santo y Viernes Santo son sinónimo en Balmaseda de la histórica representación dramática de los últimos momentos de la vida de Jesús de Nazaret
Balmaseda, ¿cómo conseguir mantener viva la tradición siglo tras siglo?
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Bilbao
La escenificación de la Pasión Viviente más antigua de Bizkaia vuelve a Balmaseda un año más; la tradición se sitúa en el siglo XV. En un principio se trataba de una procesión penitencial por las pestes, acompañada de pasos, a la que escoltaba la guardia romana con los principales personajes del Vía Crucis, pero la incorporación de nuevos personajes y escenarios la ha llevado a convertirse en lo que es actualmente: una escenificación de los últimos momentos de vida de Jesús de Nazaret.
Las procesiones de pasos, han llegado hasta nuestros días, y alguno de sus pasos datan del siglo XIX; acompañadas por la Guardia Romana, los Penitentes, la Coral Kolitza y la Banda de Música. Todos ellos realizan su recorrido por el casco histórico de Balmaseda el Jueves Santo y Viernes Santo por la tarde, finalizando el viernes por la noche con la popular Procesión del Silencio.
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Jesús y María
Es en el año 1974 cuando se crea la “Asociación Vía Crucis Viviente de Balmaseda” con la finalidad de preservar, organizar y mantener viva esta tradición. Son más de 600 vecinos y vecinas los que participan en esta escenificación. Aitor y Lourdes Martínez serán Jesús y María. Entrevistados en 'Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia' por Azul Tejerina reconocen que "es una responsabilidad interpretar a Jesús en Balmaseda. Requiere mucho trabajo por detrás y mucha gente alrededor. Se trabaja y ensaya muchas horas para que todo salga bien", dice Aitor Martínez, vecino de Balmaseda y, este año, Jesús en la Pasión Viviente.
Responsabilidad
Martínez sabe desde hace más de 10 meses que será Jesucristo el Jueves Santo y Viernes Santo. "Tienes que mentalizarte y fijarte en el Jesucristo anterior, coger conceptos y consejos. Ir mentalizándote", explica Martínez. Lo cierto es que Aitor lleva dejándose el pelo largo desde hace más de año y medio y la barba medio año. Es tal la pasión y tradición que tienen los vecinos que para ellos es una responsabilidad el "hacer sentir a los demás las últimas horas de la vida de Jesús". De hecho, su Pasión Viviente busca ser declarada patrimonio inmaterial.
Pasión
"Ahora los ensayos se hacen en la calle como si fuese ese día, pero previamente se hacía en un local. Ya el primer día me emocioné", dice Lourdes Martínez, la balmasedarra que interpreta a María. "Estamos creando una relación, y esa relación sirve de cara al futuro, para que perdure. Eso es lo que se está consiguiendo en Balmaseda desde hace años. Unir a un pueblo no es fácil, pero a esta gente sí", añade José Ángel Ramón 'Zarra', el director creativo de la Pasión Viviente.
La actividad principal se centra en el Jueves Santo por la noche y el Viernes Santo por la mañana, durante los cuales se desarrolla la representación de los últimos momentos de la vida de Jesús de Nazareth. Representación viviente que transcurre por las calles y plazas de la Villa. La Pasión se representa de forma viva desde finales del siglo XIX y ha ido evolucionando a lo largo del tiempo incorporando diferentes personajes y escenarios, alcanzando así el realismo y la emotividad que la caracteriza.
