Técnicos del Ayuntamiento pasan inspección al 'Burro Canaglia' de Bilbao
Ubicado en la calle Iparraguirre, el local ha sido revisado por técnicos de Protección Civil y del área de Urbanismo en aspectos como las licencias de actividad, los permisos del material de cocina, y también la decoración, la clave de la rápida propagación de las llamas en el incendio de Madrid.
El Burro Canaglia se somete a una inspección municipal
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Bilbao
El local retiraba este pasado martes la mayoría de la decoración de las plantas artificiales que están en el ojo del huracán porque la Policía Científica investiga en Madrid que quizás tengan algún material acelerante del fuego. En el local, con la persiana medio bajada y con las luces apagadas, estuvieron algo más de tres horas trabajando varios operarios con escaleras para retirar las plantas artificiales que cuelgan del techo, en presencia del dueño del establecimiento.
Desde antes de las 8 de la mañana, tres operarios, ajenos a áreas municipales, abandonaban el restaurante tres horas después con una escalera sin hacer ninguna valoración al respecto pero, entre la persiana, se puede comprobar que las plantas artificiales se han retirado del techo.
Por la tarde, técnicos del áera de Protección Civil y Urbanismo acudían al local de forma conjunta una inspección extraordinaria ordenada por el consitotio. El local cuanta con una licencia de obrsa de diciembre del año pasado con lo que, en teoría, no le tocaba una inspección pero, según fuentes municipales, ha sido realizada de manera extraordinaria tras lo ocurrido con el local de la franquicia en Madrid.
El negocio sigue funcionando con normalidad, ofreciendo servicio auqnue, eso sí, aún es visible ,la malla metálica en el techo donde se sujeta la decoración vegetal artificial que fue, según las investigaciones, el origen de la rápida propagación del fuego al contar con elementos altamente inflamables
Según las investigaciones, en el incendio del restaurante de Madrid, en el que murieron dos personas, una de ellas Alexandra, vecina de Getxo, en apenas tres minutos, las llamas dispararon la temperatura en el interior del restaurante hasta los 700ºC.
El local se convirtió así en una incineradora de la que emanaba un humo tóxico mortal. La Policía Científica investiga en este momento el material del que estaba formado los elementos de decoración del restaurante: numerosas plantas de plástico colgadas del techo que buscaban similar un bosque artificial. Una descripción en la que coinciden el testimonio de los testigos de la tragedia y las fotografías del establecimiento en sus redes sociales.
La rapidez con la que se propagó el fuego no se puede explicar si la decoración no contenía sustancias que actúen como acelerantes de las llamas, según explican fuentes de la investigación. Además, la malla metálica que estaba anclada al techo y que soportaba la decoración compuesta por miles de hojas de plástico se vino abajo atrapando rápidamente a los comensales. Eran una treintena de personas las que se encontraban en el interior en el momento de la tragedia. Esta estructura metálica derribada dificultó la entrada de los cuerpos de bomberos y la extracción de las víctimas.
En la pizzería de Bilbao, de la misma franquicia, la cadena Burro cuenta con las mismas plantas artificiales colgadas de sus techos. La franquicia está situada en la céntrica calle Iparragirre, y en conversaciones informales con algunos de sus empleados nos trasladan que ya no ofrecen en carta la pizza flambeada
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