El pacto educativo se rompe con el desmarque de Podemos y las dudas del PSE

Bilbao

El pacto educativo suscrito hace un año por el 90 % del Parlamento Vasco se ha roto tras conocerse el contenido del proyecto de Ley de Educación, un texto que ha motivado el desmarque de Elkarrekin Podemos-IU y algunas "desavenencias" del PSE con el PNV, su socio en el Gobierno autonómico.

De esta manera solo PNV y EH Bildu se muestran satisfechos con el proyecto -aunque con matices en el caso de la coalición abertzale- al entender que respeta el contenido del pacto de bases sobre las que debía edificarse la ley, del que solo se quedaron fuera el PP y Vox.

Estas dos formaciones ya se opusieron ayer la ley por priorizar el euskera frente al castellano y hoy se ha sumado a este rechazo Elkarrekin Podemos-IU. La coalición de izquierdas ha mostrado una "profunda decepción" con el texto y ha anunciado una enmienda a la totalidad porque no respeta el pacto educativo.

"No hay contenidos que refuercen la escuela pública ni la lucha contra la segregación", ha dicho su portavoz, Miren Gorrotxategi, que ha anunciado que Elkarrekin Podemos-IU no acudirá esta tarde a la reunión de la comisión de seguimiento del pacto educativo porque "no tiene sentido".

A su juicio, el proyecto evidencia un "nulo interés" por situar a la escuela pública como "eje vertebrador", "viene a blindar la concertación universal" y además "posterga" a un posterior desarrollo normativo los objetivos del pacto, entre ellos la segregación. Es un texto "demasiado genérico" que no incluye "ninguna medida concreta".

Enmiendas a la totalidad

Por todo ello, Elkarrekin Podemos-IU pedirá la devolución del proyecto al Gobierno y si su enmienda a la totalidad no prospera presentarán enmiendas parciales. En todo caso, avisa de que "sobre un edificio con cimientos podridos difícilmente puede alzarse una buena casa".

EH Bildu hace por su parte una lectura muy diferente del proyecto de ley. Así, observa "cambios fundamentales en la buena dirección", como que "desaparecen" los modelos lingüísticos al ser sustituidos por un nuevo marco plurilingüe.

Esta interpretación difiere de la del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, que ha asegurado que los modelos se mantienen (la ley no los cita en ningún momento), aunque cada centro desarrollará su propio proyecto en este terreno, y ha aseverado que cada familia podrá elegir en qué modelo estudiarán sus hijos.

En todo caso, el director de programa de la formación abertzale, Peio Otxandiano, ve "bases suficientes para dar comienzo al debate parlamentario y llegar a una buena Ley de Educación en esta legislatura".

Así ha valorado que el Servicio Público Vasco de Educación se regula "tal y como se recoge en el pacto educativo" y se han "añadido medidas fundamentales contra la segregación y en favor de la inclusión".

Reacciones dispares

La postura de los firmantes del pacto educativo ante el proyecto de ley está siendo por tanto dispar, ya que solo PNV y EH Bildu la han recibido con una actitud positiva, mientras que Elkarrekin Podemos-IU ha mostrado un rechazo frontal y el PSE ha dejado ver sus recelos.

De hecho, la primera sorpresa tras la aprobación del texto en el Consejo de Gobierno fue la advertencia ayer mismo del PSE -cuyos consejeros dieron el visto bueno a la norma- de que era necesario "corregir algunas cuestiones" vinculadas con los modelos lingüísticos para apoyar la ley en el Parlamento.

El consejero de Educación se ha mostrado "sorprendido" por esta situación dado que en la reunión del Consejo "no observó "ninguna diferencia de ese calado". Ha animado en todo caso a dejar la educación "fuera del rifirrafe político" y a trabajar en la Cámara para llegar a "un acuerdo verdaderamente amplio".

PSE

El secretario general del PSE, Eneko Adueza, ha instado al consejero a "hablar con su partido y con el lehendakari" porque esas "desavenencias" se habían comunicado a Urkullu y al PNV y también se expusieron en el Consejo de Gobierno, según ha dicho.

Andueza ha advertido de que su partido "no permitirá que la Ley de Educación sirva para que algunos avancen en una construcción nacional exclusivamente para nacionalistas".

No obstante, se ha mostrado favorable a "revisar" los modelos lingüísticos "a través del diálogo y el consenso" con el PNV y el resto de partidos del Parlamento, principalmente los firmantes del pacto educativo.

La diferencia es que a partir de ahora cada centro, tanto público como concertado, deberá desarrollar un "proyecto lingüístico" propio que adapte los modelos a su "ecosistema sociolingüístico" porque no es lo mismo, ha señalado el consejero, un modelo D en un colegio de Berastegi (Gipuzkoa) que en un "determinado barrio de Bilbao".

En todo caso, el objetivo común debe ser que los alumnos tengan un nivel B1 en las dos lenguas oficiales al terminar Primaria y un B2 al acabar Secundaria. Además deberán alcanzar un B1 en el idioma extranjero elegido (normalmente inglés) para el final de Secundaria.

Esta ley llega al Consejo con varios meses de retraso y tras haber sido rechazada por los agentes de la red pública y por PP y Vox. Además ha sido criticada por los partidos que suscribieron el pacto educativo, que creen que el borrador conocido en septiembre no estaba reflejado en la norma de manera adecuada.

La ley, que sustituye a una norma aprobada en 1993 y que solo regulaba la red pública, establece la gratuidad de toda la enseñanza obligatoria para lo que pone fin a las cuotas en los centros concertados, al tiempo que elimina la segregación por sexo y establece mecanismos para evitar la concentración de alumnos vulnerables.

El PSE-EE pide correcciones para apoyar la ley

El PSE-EE, partido que forma parte del Gobierno Vasco de coalición, ha reclamado introducir correcciones en el anteproyecto de ley de Educación para dar su apoyo al texto, aunque este martes lo ha apoyado en el Consejo de Gobierno para "no obstaculizar su tramitación ni la búsqueda de consensos".

En un comunicado, el PSE-EE ha señalado que el anteproyecto ha salido adelante en el Consejo de Gobierno, en el que tiene la vicepresidencia segunda y dos consejerías, "sin que el texto pueda responder a todos los objetivos marcados" por los socialistas, como "la apuesta por la escuela pública, la equidad y la lucha contra la segregación, el refuerzo del trilingüismo y la evaluación continua y externa del sistema".

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