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Jesús Mª Aguirre y el arte de restaurar piezas únicas: "Si quieres reparar un Helmholtz, tienes que venir a Eibar"

Este profesor de dibujo jubilado y exalcalde de la localidad armera, es a sus 75 años, una de las pocas personas en el mundo capaz de reparar un órgano Helmholtz, del que solo se fabricaron medio centenar de unidades en los años 60, copiando el mítico Hammond americano

Jesús Mª Aguirre: "ES un trabajo completamente artesanal"

San Sebastián

A su pequeño taller de Eibar, junto a aparatos de cine en 16mm y radios de válvula de los años 50, llegan encargos desde todos los puntos del Estado, e incluso de fuera de él. "Ahora mismo estoy delante de un B3 de una persona que es de Galicia. Cuando hay un problema en Madrid o en Vigo, vienen a Eibar con sus aparatitos a que se los ponga en marcha. Yo no conozco a nadie en activo que los repare". El que habla es Jesús Mari Aguirre, profesor de dibujo jubilado. A sus 75 años, es una de las pocas personas en el mundo capaz de reparar un órgano Helmholtz, del que solo se fabricaron medio centenar de unidades. Fue en los años 60, en la Escuela de Armería de Eibar, copiando el mítico Hammond americano.

Desde que se jubiló, Aguirre dedica su tiempo a repararlos. Una restauración "completamente artesanal", explica, que requiere de mucha paciencia. "No hay repuestos al uso, sobre todo en la parte mecánica, porque llevan un generador de 91 tonos que es una auténtica maquinaria de relojería preciosa". "Piensa que un órgano de estos lleva poco más de 14.000 piezas- añade- y de esas unas 740 son diferentes entre sí. Es una verdadera joya, una obra de arte."

La historia de Jesús Mº Aguirre, un enamorado de los Helmhotz

A Jesús Mari le preocupa que no haya relevo, por eso hace un llamamiento a los jóvenes para que se acerquen a estas piezas de colección. "No hace falta tener una ingeniería, pero sí conocimientos básicos de electrónica y mecánica" porque "estos órganos tienen en pequeños sitios una serie de metales preciosos; paladio, plata, iridio... Y hay que tratarlos con mucho cuidado, con pinzas y con lupa", argumenta.

Aquí en Euskadi permanecen en activo 5 de esos órganos; en San Pedro de Basauri, en Berriatua, en Ermua, y dos en Eibar, la cuna de estas joyas, donde a Jesús Mari, le queda un deseo por cumplir: "Sería interesante que en Eibar se institucionalizasen cursillos, masterclass, apego a estos aparatos. Despertar en los jóvenes un poco de afición, para tratar de mantener a lo largo del tiempo estos aparatos, que son una preciosidad mecánica".

Mensaje a quien corresponda, instituciones y particulares, para que no se deje morir el oficio y para reivindicar la memoria de la localidad armera, el papel que tuvo la Escuela de Armería en la expansión de este tipo de órganos, que hoy solo podemos escuchar en contados espacios religiosos. Hay 19 en el estado, el resto repartidos por el mundo, y como curiosidad "uno de los Helmholtz que se hicieron en Eibar está en Chicago, en la mismísima empresa Hammond, que lo compró aquí cuando visitaron la Escuela de Armería donde se fabricaban, en el año 60", explica orgulloso Jesús Mari.

Naike Bernal Tejada

Redactora de informativos en Radio San Sebastián...