Zubizarreta, De la Fuente, Goiko, Dani, Sarabia, Argote... El análisis de la plantilla campeona, por Javier Clemente

Bilbao

Este 1 de mayo, el Athletic ha celebrado el 40º aniversario de su penúltimo título de Liga, el conseguido en la temporada 1982/83, el primero del bienio mágico que el conjunto rojiblanco vivió a inicios de la década de los 80. Con Javier Clemente en el banquillo, el equipo protagonizó su última era dorada, alzándose en dos campañas con dos títulos de Liga, uno de Copa del Rey y otro de Supercopa. Rememoramos con el técnico de Barakaldo cómo fue aquel partido en Las Palmas de Gran Canaria, en el que la victoria por 1-5, acompañada del triunfo del Valencia de Koldo Agirre por 1-0 frente al Real Madrid, hizo al Athletic, casi tres décadas después, campeón de Liga. Este es el análisis que el entrenador hace a día de hoy de la plantilla que consiguió tal hazaña.

Zubi, el heredero de Iribar

En la portería, Zubizarreta: "Número uno. Un heredero claro de Iribar, que para mí fue uno de los mejores del mundo. Zubizarreta era el mejor de España de largo, aunque empezó con 18 años con bastantes defectos. Yo tenía una confianza brutal en el tipo de portero que era Andoni".

La línea defensiva

En el lateral derecho, Urkiaga: "Fortaleza, velocidad, un hombre de pocas lesiones, muy fuerte físicamente. Técnicamente era comme çi, comme ça, pero tenía una gran fortaleza. Era buen marcador, se esforzaba, era obediente, era un gran hombre de equipo".

Aunque el partido de Las Palmas lo juega como central, Núñez era habitualmente el lateral izquierdo: "Muy profesional, era un veterano dentro de la plantilla, tenía experiencia. Físicamente tenía buenas dotes. Tenía gran ascendencia sobre el equipo".

Otro lateral izquierdo habitual era el actual seleccionador español absoluto, Luis de la Fuente: "Luisito, de juvenil, era un extremo temeroso. Yo decidí que podría ser un buen lateral, y le convertí en ello".

En el centro de la defensa, Goikoetxea y Liceranzu: "Eran muy diferentes. Rocky era el mejor marcador de España, era fuerte, rápido, con buen juego aéreo, aunque técnicamente muy malo. No era un virtuoso, pero era efectividad pura. Goiko, sin embrago, era técnicamente muy bueno, tenía un gran desplazamiento de balón, además de un juego aéreo extraordinario, tanto en ataque como en defensa".

El centro del campo

Entre los más habituales en la creación, destacamos en primer lugar a Miguel Sola: "Era la técnica pura. Era un jugador que

hacía jugar, brillante, aunque no estuviera dotado de unas grandes condiciones físicas, porque era un poco rechoncho y se fatigaba bastante. ¡Pero es que tenía unos 70-80 minutos muy buenos! Tenía de las mejores visiones de juego de la plantilla".

Otro Miguel, como De Andrés, también mediocentro: "Era un sacrificado. Siempre me decía que le estaba haciendo una faena porque como central podía ser internacional. Yo le daba la razón, pero es que para nosotros era la contención del equipo, el que mandaba. De Miguel De Andrés para atrás no pasaba nadie".

Ampliar

Junto a ellos estaba Txetxu Gallego: "Trabajaba y rendía por encima de sus posibilidades. Físicamente era débil, pero jugaba hasta la extenuación cualquier partido, no solo los importantes. Le fichamos de Durango y él iba a trabajar al taller a las seis de la mañana, salía a las dos y venía después a Lezama a entrenar. Se hizo futbolista por narices".

Completa el cuadro de centrocampistas Isma Urtubi: "Para mí, de lo mejor que ha habido: fuerza, potencia, velocidad, golpeo, buen humor... Yo le tuve desde crío y me parecía un jugador de una dimensión física extraordinaria".

La delantera campeona

Comenzamos por el capitán del equipo, Dani: "Un goleador nato. Lo mejor que tenía es que sabía qué tenía que hacer. Hacía muy bien el trabajo sin balón, tenía mucha autoridad, y todo lo que pillaba en el área iba para dentro. Luego era fuerte, jugaba hasta lesionado".

Junto a él, Sarabia: "A nivel de calidad y como virtuoso, el mejor. Físicamente era un desastre porque no tenía más capacidad. Era un jugador en cuando a parámetros físicos débil, pero tenía tanta calidad técnica que en eso era el mejor del equipo. Por eso jugaba".

Quien complementaba a Sarabia era Noriega: "Era un todoterreno. No era brillante en nada pero tampoco era el malo en nada. Era cumplidor, trabajador, luchador, peleón. Y también era goleador, aunque no tuviera el virtuosismo de Manu".