¡El Amorebieta es de Segunda!
El empate sin goles en Lezama ante el Bilbao Athletic le sirve para regresar un año después a la Liga Smartbank
A la tercera fue la vencida. No pudo hacerlo la semana pasada en casa ante el Nastic, pero esta vez en Lezama, en la que será su casa la próxima temporada, y con el apoyo de 3000 aficionados azules, no ha fallado. El Amorebieta jugará de nuevo en Segunda División la próxima temporada. Esta vez, el Bilbao Athletic no ha sido obstáculo para desatar la alegría entre sus aficionados. Necesitaba un punto para subir y se dio por satisfecho con el 0-0 ante un digno rival que tuvo varias ocasiones para marcar, sobre todo en la primera mitad.
Un ascenso meteórico
El 'Amore' regresa a la Liga de Fútbol Profesional sobre el pitido final de esta fase regular. Su sprint ha sido espectacular. Sabía que su enfrentamiento hace nueve jornadas contra el Eldense era la clave. Ese día asaltó el liderato. Desde entonces no ha perdido ningún partido y ha hecho casi pleno en las jornadas disputadas. Un ritmo que le ha sido imposible seguir a su rival directo. Han sido victorias trabajadas, ninguna de ellas cómodas, todas logradas por la mínima. El equipo de Haritz Mujika ha sabido gestionar cada una de sus ventajas y terminar haciéndose con los tres puntos en la mayoría de estos últimos partidos. Lo tuvo en su mano el pasado domingo, pero el Nastic logró empatarle y aplazar el ascenso que este sábado sí celebra Amorebieta.
Llega Julen Jon Guerrero y el equipo se reactiva
Un jugador juvenil llegó a Urritxe rodeado de glamour. Por un lado, porque llegaba cedido por el Real Madrid. Pero lo fundamental es que aterrizaba el hijo de un mito rojiblanco. Julen Jon, hijo de Julen Guerrero, se vestía de azul decidido a contribuir al ascenso del equipo a Segunda. Le costó entrar en el once, sobre todo porque el entrenador no le quiso cargar de inicio con excesiva responsabilidad. Pero Julen Jon no se arrugó. Ni mucho menos.
Comenzó a participar de forma más activa en el equipo y sus goles resultaron decisivos. Algunos de los tantos conseguidos por la emergente estrella futbolística, los firmaría para sí más de un cotizado jugador de Primera. Julen Jon revolucionó el equipo, lo reactivó.
Pero su contribución ha ido más allá del terreno de juego. En apenas unas semanas se ha convertido en un icono para la afición de Amorebieta. Lógicamente, no ha llegado a convertirse en el carismático jugador que fue su aita, pero tiene tiempo por delante. Además, aparte del color de la melena, existen muchos gestos dentro del campo que comparten padre e hijo.
Es más, fuera de la localidad del Duranguesado, muchos aficionados del Athletic bucean cada semana en el periódico para saber si Julen Jon ha jugado esa jornada e, incluso, si ha marcado. La buena estrella de Julen Jon ha despertado en el entorno rojiblanco un tema que, durante la campaña electoral, hace apenas un año, fue un asunto estrella: la posibilidad de firmar al hijo de uno de los mejores jugadores de la historia del Athletic.
La apuesta por Mujika
La junta directiva, presidida por Jon Larrea, no tuvo dudas en darle continuidad a Haritz Mujika en el banquillo. Mujika se hizo cargo del vestuario en la pasada campaña tras la destitución de Iñigo Vélez de Mendizábal. Cogió el equipo en puestos de descenso, pero no pudo evitar caer a la Primera Federación. Tuvo posibilidades de salvación hasta el final, pero no consiguió aprovecharlas. El equipo no estaba en dinámica de evitar el descenso y desapareció de la LFP.
De todas formas, los responsables de club quedaron conformes con el trabajo de Haritz y le confiaron la misión del retorno. Sin hacer ruido, el Amorebieta se ha ido situando en la categoría hasta que se ha hecho con el liderato. Mujika ha sabido liberar al equipo de la presión del retorno a la Segunda División. Le ha devuelto a la segunda categoría del fútbol sin ansiedad, con tranquilidad y con un gran trabajo físico. Había marcado en rojo la jornada 31 del calendario.
El equipo sabía que se la jugaba ese día. El Eldense venía lanzado desde principio de temporada en el liderato. La victoria cambió las dinámicas. Desde entonces, Mujika y sus jugadores no han perdido un partido, ha ganado los siete de los nueve últimos partidos que ha disputado desde entonces -uno de ellos aplazado-, y el Eldense se ha dejado trece puntos por el camino en las últimas jornadas. Eso, también es mérito de su entrenador.