Dos compañeros de un edil del PP de Durango asesinado en el año 2000 afirman que éste sabía que ETA le iba a matar

Bilbao

Dos concejales del PP en Durango cuando su compañero Jesús María Pedrosa fue asesinado de un tiro en la nuca, el 4 de junio de 2000, han testificado en la Audiencia Nacional que la víctima y ellos mismos tenían la sensación de que ETA le podía matar en cualquier momento.

Estos dos concejales, Juan José Gaztañatorre, ya retirado, y Carlos García -quien ha logrado estas elecciones representación en dicho ayuntamiento-, así como un amigo de Pedrosa, han relatado ante el juez Alejandro Abascal el clima de hostigamiento que por ser ediles del PP sufrieron ellos y Pedrosa, de quien han asegurado que tenía claro que en cualquier momento le iban a asesinar.

Los tres han declarado en la causa en la que se investiga este asesinato a manos de ETA y "la estrategia de terror" de la banda mediante un "clima intimidatorio" que provocó que miles de militantes de partidos y simpatizantes tuvieran que irse de Euskadi.

En este sentido, han destacado que tras este asesinato siguieron hostigándoles y fueron objeto de pintadas amenazantes, entre ellas el dibujo de la silueta de su cuerpo en el suelo, la colocación de un féretro con velas delante de su casa o llamadas de madrugada para amedrentarles con un "pim pam pum".

Carlos García ha contado además que Pedrosa fue el primer compañero de partido a cuyo funeral asistió y que a partir de ese día le hicieron la vida imposible y llegó a recibir cientos de amenazas, lo que le llevó a tener que ir con escolta 18 años.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 investiga estos hechos tras admitir una querella de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia contra diez miembros de la cúpula de ETA cuando se perpetró este atentado.

El principal objetivo es determinar su presunta participación en las coacciones, amenazas y posterior asesinato del concejal, como autores o como responsables del delito cometido por la organización terrorista en comisión por omisión.

La querella considera que este asesinato fue consecuencia de la resistencia del concejal del PP a abandonar el País Vasco, por lo que se trataría un crimen instrumental o ejemplarizante de cara a otros muchos perseguidos por la banda terrorista a los que igualmente ETA quería expulsar del territorio.

Pedrosa fue asesinado en Durango cuando regresaba caminando a su domicilio. Un miembro de ETA se le acercó por detrás y le disparó en la nuca. Un segundo terrorista, también sin identificar, recogió en un vehículo al autor del atentado y ambos huyeron.

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