'Long' Covid, la pesadilla interminable: "No vives, sobrevives", dicen los afectados
En 'Hoy por Hoy Gipuzkoa' tres mujeres con COVID-19 persistente han compartido cómo han cambiado sus vida desde que se infectaron y las dificultades a las que se enfrentan en el día a día
'Hoy por Hoy Gipuzkoa': Long Covid
Dolores musculares, sensación de falta de aire o la niebla mental no son más que unos pocos ejemplos de una interminable lista de síntomas que padecen las personas con COVID-19 persistente -también conocida como Long COVID-, una enfermedad caracterizada por las continúas y duraderas manifestaciones asociadas al virus, semanas o meses después después de la infección inicial. Afecta a personas de cualquier edad, aunque parece más frecuente en aquellas de mediada edad y mujeres, cuya calidad de vida se ve severamente afectada.
Maite Fernández, monitora de comedor, se contagió el 25 de marzo de 2021 mientras trabajaba. "Me cogió la zona del tórax y me dio por toser" relataba. Tras un mes, salió a la calle pensando que estaba totalmente recuperada, pero no era así: "Me notaba muy floja, me faltaba el aire" confesaba. Así estuvo durante varias semanas hasta que el médico que diagnóstico la COVID-19 persistente. "Y de ahí, a peor". Tras ello, estuvo un sin poder acudir a trabajar hasta que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le dio el alta. Actualmente, se encuentra de baja por un trastorno ansioso-depresivo y un futuro incierto. "Tengo neuropatías, disnea, fatiga estoy mucho peor". Tanto tiempo después, Fernández siente que su vida "se ha congelado". "Dejas de ser tu misma, pierdes tu vida por completo. Sobrevives" declaraba con rotundidad.
Mari Luz Lamana también se contagió trabajando. Fue el 16 de noviembre de 2020 como consecuencia de un brote en el Hospital Donostia. Su "infección aguda" fue "leve en comparación con la sus compañeros de Servicio de Radiodiagnóstico. "Tenía mucho dolor de cabeza", "fatiga" y "dolor articular, me dolían todos los costados del cuerpo", describía. Al igual que Fernández, tenía dificultades para poder pasear por la calle. "Perdía la orientación, tenía problemas de coordinación, pero sobre todo una cefalea atroz". Estuvo de baja por accidente laboral hasta noviembre de 2021, cuando pasó la inspección por el INSS y le dieron el alta. "Recurrí la decisión, pero no me la aceptaron" explicaba. "Fui a Salud Laboral para decirles en qué situación me encontraba, pues transcurridos 6 meses debes acudir a ellos para que te den el apto". Su vuelta se prolongo 3 días. "Llegaba a casa, apenas comía y me tumbaba hasta quedarme dormida". Varios trámites burocráticos después, le asignaron un puesto de trabajo con "menos carga física". No obstante, los problemas seguían -siguen- persistiendo. Como Fernández, está de baja a la espera de qué sucede.
Isabelle Delgado es periodista y presidenta de la asociación de Long Covid Euskal Herria. "Me contagié el 29 de febrero de 2020. Soy una de las primeras" mencionaba. Por aquel entonces, manifestaba, no había "precauciones". "Todo lo que sucedía era de China o de Italia". El día que se infectó lo hizo por estar en contacto con unos actores italianos en un evento al que asistió. Tuvo una fase aguda muy larga, en casa, que no requirió UCI. "Tuve una neumonía que de no haberla padecido en el momento de la explosión de la pandemia, posiblemente no hubiese desembocado en esta afección, no al menos a este nivel". Desde entonces, "esta hippie" -así se define Delgado- no puede hacer todo lo que le gustaría. "No sabemos si podemos irnos de vacaciones, hacer una escapada un fin de semana o quedar con unos amigos a merendar". Su vida, y todas lo confirman, es muy estructurada. "Si hoy salgo a comprar un rato, quizá deba después descansar". Añadía, en este sentido, que "no hay expectativas. Hacemos lo que podemos".
"Queremos que se nos reconozca, nada más"
"Quieren que personas como nosotras desaparezcamos, ya que somos el recuerdo de que la pandemia sigue y que ha hecho mucho daño" indicaba Delgado. A partir de aquí, desde la asociación Long Covid Euskal Herria no exigen más que "una atención más adecuada", además de un "pronunciamiento público" de que "esto es una enfermedad crónica" y que por tanto "nos reconozcan como personas enfermas". Ante esa falta de empatía, a Lamana le gustaría preguntar a los inspectores, políticos y demás autoridades "si ellos querrían ser tratados por una persona enferma, con problemas de atención y a la que a veces no le vienen las palabras" pudiendo de este modo "poner en riesgo al paciente". Por ello, exigía la presidenta del colectivo "que no se puede mandar a una persona enferma a trabaja" al mismo tiempo que reclamaba al INSS que, "si no podemos trabajar, tendrá que procurarnos una cobertura para no tener que estar mendigando en la puerta de la Iglesia. Merecemos una vida digna".
Con todos estos motivos por bandera, han convocado para el próximo jueves 15 de junio una concentración en el Boulevard donostiarra. Por la tarde, el Colegio de Enfermería de Gipuzkoa organizará una charla titulada "Long Covid: realidad y consecuencias de vivir tres años y medio con Covid 19" y al que asistirán nuestras tres invitadas del 'Hoy por Hoy Gipuzkoa".