Visto bueno ambiental al desmantelamiento de la central nuclear de Garoña
La primera fase del desmantelamiento de la central nuclear se extenderá durante tres años
El Boletín Oficial del Estado publica este lunes el informe de impacto ambiental del proyecto "Fase 1 Desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña", el penúltimo trámite que Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos S.A,, estaba esperando para iniciar los trabajos, a falta de que en los próximos días Nuclenor le transfiera la titularidad de la central. El pasado 17 de mayo el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear acordó informar favorablemente las solicitudes de autorización de transferencia de titularidad de Nuclenor a Enresa y de autorización de la fase 1 de desmantelamiento de la central nuclear Santa María de Garoña.
La primera fase del desmantelamiento de la central nuclear se extenderá durante tres años y comprenderá la modificación de sistemas e instalaciones auxiliares que pasan por la turbina, el desmantelamiento del interior del edificio de la turbina, la adaptación del edificio de turbina como edificio auxiliar de desmantelamiento, la gestión de materiales y residuos y,. finalmente, la puesta en marcha del almacén temporal individualizado (ATI) para dar cabida a todo el combustible gastado y evacuación de dicho combustible desde la piscina al citado almacén. La central cuenta dentro de sus instalaciones con un a ATI destinado a recibir los contenedores de combustible gastado que se encuentran en la piscina del reactor. En principio, este almacén es diseñado para albergar 32 contenedores, pero el proyecto contempla ampliarlos hasta un total de 49.
Enresa ha estimado una producción de 3.301 contenedores CMT (4.158 t) de residuos con contenido radiactivo preexistente en el edificio de turbina (residuos primarios) y 1.006 bidones de residuos con contenido radiactivo derivados de las actividades de desmantelamiento como por ejemplo, herramientas, vestuario, filtros, consumibles, equipos de protección, etc. (residuos secundarios). Además, se producirán residuos peligrosos, residuos de construcción y demolición, y residuos «convencionales».
Las afecciones previstas por las obras de desmantelamiento son varias. En cuanto al tráfico, el promotor ha estimado una circulación máxima de 30 camiones/día, que podría alcanzar picos (muy puntuales) de 80. La Diputación Foral de Álava informó de que los espacios Red Natura 2000 «Valderejo-Sobrón-Sierra de Árcena» (ZEC y ZEPA ES2110024) y «Río Ebro» (ZEC ES2110008) se encuentran a menos de 5 km de la central y están calificados como Área de Interés Especial de especies faunísticas incluidas en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas. Sin embargo, el promotor ha considerado que teniendo en cuenta el alcance de las acciones a realizar en esta fase 1 del desmantelamiento de la central nuclear, sólo aquellos espacios localizados en un radio de 2 km serían susceptibles de recibir potenciales impactos ambientales significativos.
La autorización exige a Enresa la aplicación de varias medidas correctoras durante la duración de las obras. Para evitar las emisiones de polvo del transporte de los residuos, establece la limitación del transporte, que nunca se realizará en condiciones de fuertes vientos, que cuantifican en más de 25 km/hora.
Para mejorar el control de las emisiones de polvo, se instalará un captador pasivo para la medición de partículas en suspensión y sedimentables en entorno urbano en la localidad de Santa María de Garoña, en las mismas condiciones que los previstos para Mijaraluenga y Barcina del Barco. En las tres localidades los captadores funcionarán de forma continua durante todo año.
Para evitar la afección a la flora, se establecerá una franja de protección siguiendo la margen derecha del río Ebro, que incluya la vegetación arbórea y arbustiva que constituye la vegetación de ribera presente en el meandro. Esta franja será considerada zona excluida a todos los efectos, y deberá quedar adecuadamente jalonada para que sea respetada durante toda la fase de obra y no sea utilizada para ningún tipo de actividad. Como mínimo, deberá tener 25 m.
Por último, le requiere una colaboración económica de 50.000 euros anuales con los órganos competentes encargados de la realización de las actuaciones de control del visón americano en las provincias de Burgos y Álava. En caso de que se tenga constancia de la presencia de visón europeo en una zona de 3 km a cada lado de las carreteras utilizadas por los camiones de transporte, se deberán tomar medidas para evitar atropellos de esta especie.
La central nuclear de Garoña fue Inaugurada en 1971 y está parada desde el 16 de diciembre de 2012. Sin embargo, la actividad no cesó hasta 2018, lo que explica que el desmantelamiento definitivo se haya demorado tanto tiempo. En 2020 el Gobierno central y Nuclenor encargan los trabajos de desmantelamiento de la central, y posterior cambio de titularidad, a Enresa, para que tras presentar los documentos preceptivos y con el beneplácito del Consejo de Seguridad Nuclear, se inicien los trabajos.
Eva Domaika
Jefa de informativos en Cadena SER Vitoria. Presenta el informativo diario ‘La ventana Euskadi’. Si...