"Es muy duro cuidar el campo todo el año y que en 20 minutos se vaya todo al traste"

Este ha sido un año para olvidar en el campo alavés. "Ya empezamos en septiembre con problemas de sequía, luego vino una primavera seca, luego ha llovido cuando no tenía que llover y la gota que ha colmado el vaso ha sido la granizada", nos cuenta Isma Isma Ruiz de Azua, agricultor y ganadero. Con él hemos recorrido algunas de sus fincas para conocer los efectos en el campo de la granizada caída en Álava.

Empezamos en un campo de avena. "No vamos a meter ni la cosechadora porque está el grano caído y no hay nada que recoger", nos cuenta Ruiz de Azua. Sí que se ha cosechado, por ejemplo, una finca de habas pequeñas de ocho hectáreas, aunque el agricultor se arrepiente de haberlo hecho. "He recogido 1600 kilos cuando tendría que haber recogido 25.000", cuenta. Ruiz de Azua que no tiene cosechadora, así que la alquila y con lo que ha tenido que pagar por ella ha perdido dinero.

La misma foto desastrosa se repite en los campos de cebada y de colza que tiene el agricultor. "Los seguros son una herramienta que usamos para años que son catastróficos; hacemos una inversión muy grande y no recuperar nada y volver a sembrar es imposible", señala. "Los seguros tienen una franquicia del diez por ciento; no nos pagan ese porcentaje de lo tasado", añade Ruiz de Azúa que apunta a que con los apoyos que tienen "se quedan muy cojos". "Sería interesante que se dieran ayudas directas porque estamos en una año con los costes de producción más alto de la historia", apunta cuando le preguntamos qué tipo de apoyos institucionales necesitarían en el sector primario para salir adelante.

Ganadería

Isma Ruiz de Azua también hace producción ecológica de vacuno. La complicación este año viene derivada de la falta de alimento para los animales. "Yo hago una mezcla de guisantes y cereales para alimentarles pero este año no voy a poder hacerlo", nos cuenta. Primero la sequía, luego la granizada, han provocado la falta de alimento y el encarecimiento del mismo. Ruiz de Azua nos cuentan que los agricultores que alimentan a sus animales con paja están pagando a 125 euros la tonelada de paja; es el doble de lo que se estaba pagando el pasado año.

Agricultores llorando

"Siempre se dice que los agricultores estamos llorando, pero es que la situación es muy complicada tanto para agricultores como para ganaderos", señala Isma Ruiz de Azua que destaca lo duro que es "estar todo un año cuidando los campos y que en 20 minutos se te vaya todo el trabajo al traste". Pide que nos pongamos en su pellejo. El agricultor y ganadero, además, destaca la labor del sector primario. " Trabajamos para generar alimentos, de que el paisaje esté cuidado o de que haya menos riesgo de que se propaguen los incendios", dice.

De cara al año que viene pide "un año más normal" en los meteorológico y pide a las instituciones que les tengan en cuenta como lo que son: el sector primerio, el que genera alimentos.