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La huelga de guionistas pone en riesgo la presencia de estrellas norteamericanas en el Festival de San Sebastián

José Luis Rebordinos explica en 'Hoy por Hoy Gipuzkoa' los retos de la 71ª edición del Zinemaldia

José Luis Rebordinos, director del Zinemaldia, en 'Hoy por Hoy Gipuzkoa'

San Sebastián

El panorama del cine internacional se encuentra en un momento de turbación debido a la huelga de guionistas en Hollywood con producciones paralizadas y retrasos en en estrenos esperados. El Festival de San Sebastián no es inmune a las implicaciones del conflicto laboral, que está teniendo un impacto en la participación de importantes estrellas. José Luis Rebordinos, director del Zinemaldia, admitía en 'Hoy por Hoy Gipuzkoa una "excelente calidad en la selección de películas" que no ha sido afectada por las protestas, si bien ha habido dificultades para asegurar la presencia de algunas personalidades norteamericanas después de sufrir la cancelación de dos actrices que iban a recibir el premio Donostia.

La huelga ha causado un efecto dominó en la industria del cine, retrasando rodajes y afectando la promoción de películas, lo que a su vez influye en la disponibilidad de las estrellas para asistir a los festivales. "Las negociaciones con agentes y abogados de las estrellas son complicadas y cambiantes", y la incertidumbre sobre la asistencia de celebridades persiste "hasta el último momento". Incluido, en este caso, el Premio Donostia Javier Bardem, cuya asistencia no está confirmada a día de hoy.

Al margen del Zinemaldia, el panorama en la industria acabará, además, afectando a "la recaudación en las salas de cine". "hay tres o cuatro películas potentes de aquí a final de año, Dune 2 ya se va a 2024, también se habla de Willy Wonka, la industria norteamericana es tan fuerte que su repercusión, para bien o para mal, es brutal".

Con todo, la calidad de la programación europea, así como la posibilidad de que estrellas independientes de Hollywood puedan asistir con películas en producción, arroja optimismo sobre el éxito del Festival de Cine que será "bonito y variado". Según explica, el Festival está en constante comunicación con representantes de la industria en Los Ángeles para evaluar la situación y adaptarse a las circunstancias cambiantes.

Más infraestructura

Son más retos los que aborda un Zinemaldia que crece año a año y aunque cuenta con la ventaja de ser celebrado en "una ciudad atractiva con una gastronomía destacada", no está exento de limitaciones en términos de infraestructura. "Para hacer el festival hemos necesitado 350.000 más que el año pasado", explica, "tenemos que crecer poco a poco, en cantidad y en calidad, con toda la competencia que hay con seis o siete festivales en tan pocos meses, si paras, retrocedes".

En este sentido, la planificación a largo plazo, está entre los planes del director antes de dejar su cargo a tres años vista. "Me gustaría que el años que viene nos sentemos las instituciones y la dirección del Festival para saber qué hace falta para los próximos años y qué es lo que quieren", afirma Rebordinos, "diseñar un plan por lo menos a cuatro años".

Sobre la reputación del festival, Rebordinos destaca un carácter "afable y valiente", y cómo muchas personalidades importantes de la industria cinematográfica elogian su disposición a tomar riesgos en la programación. En este sentido, la necesidad de respetar a todos los involucrados, tanto a los acusados como a los que realizan acusaciones es clave para ser coherente en su enfoque.