Alexandra, enferma de TCA: "Salí llorando. La única forma de parar es ingresarme y me lo han negado. Estoy decepcionada"

Vitoria

Alexandra Ruiz de Azúa lleva desde los 11 años con Trastorno de la Conducta Alimentaria. No hace mucho tiempo dio la cara en el Parlamento vasco relatando su dura experiencia y celebrando entonces el acuerdo alcanzado en la Cámara para reforzar la respuesta a la anorexia y la bulimia en Osakidetza. Ahora nos llama porque está decepcionada. Osakidetza le ha negado un ingreso que un profesional había recomendado.

Ha ocurrido este verano. Hace un mes, Alexandra toca fondo. Le atiende un psiquiatra del hospital de Santiago de Vitoria y le recomienda ingresar, pero ella se resiste porque en ese momento siente "pánico", nos confiesa y lamenta a su vez ya que solo unos días después se da cuenta de que ya no puede más y vuelve. "Vuelvo a urgencias y comento que estoy otra vez en una dinámica de autodestrucción, atracones y vómitos constantes, que no se cómo parar y que la única forma es ingresarme y mi sorpresa es cuando me niegan el ingreso", nos relata Alexandra.

La decisión la toma otra profesional de la misma unidad que atiende en Vitoria los casos de TCA que, a diferencia de su compañero, no ve necesario el ingreso. Dobla a Alexandra la medicación y le deja en seguimiento, pendiente de evolución.

"Salí llorando"

Alexandra nos confiesa que es la primera vez que ha pedido ingresar de forma voluntaria. "Yo no voy porque no tengo otra cosa que hacer sino porque relamente estoy pidiendo por favor que me ayuden" nos cuenta preocupada. Dice que salió de la consulta llorando, sin saber qué hacer, enfadada y decepcionada con Osakidetza.

Desde el departamento de Salud nos dicen que no entran en casos particulares. Se remiten al criterio médico adoptado en la última consulta, sin explicar por qué un profesional negó un ingreso que otro experto de la misma unidad había recomendado solo un mes antes.

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Alexandra asegura que el suyo no es un caso aislado y que hay más. Hablamos precisamente con otra paciente de TCA que ha pasado también por Santiago. "No me están tratando bien. No hay conocimiento, no hay comprensión, no hay empatía. No hay nada ", lamenta esta mujer que ha preferido no dar su nombre.