Sociedad | Actualidad

Aprender para transformar: así se trabaja para derribar el machismo en la cárcel de Basauri

El Centro Penitenciario de Bizkaia contará con un proyecto pionero para luchar contra la masculinidad hegemónica

Taller Nuevas Masculinidades en el Centro Penitenciario de Bizkaia

Bilbao

Un patio lleno de varones, un comentario machista y carcajadas. "Esto es como la barra de un bar, a ver quién dice la tontería más grande. Aquí hay mucha apariencia", comienza diciendo Imanol, un interno del Centro Penitenciario de Bizkaia. Imanol es el nombre ficticio de una de las personas que lleva 17 años en prisión. Durante, días, meses y horas, Imanol ha podido ver y escuchar "miles" de comentarios machistas. "En muchas ocasiones te sientes mal, sobre todo aquí en la cárcel. Hay mucha gente con todo tipo de delitos que quieren demostrar que son tíos. Hay muchas cosas que no puedes decir, primero porque no te llevan a nada y segundo porque piensas que no te puedes meter en ese puto jaleo. Pero es que igual hay que meterse, lo malo que tiene esto es que al día siguiente te vas a levantar, vas a salir al patio y vas a estar con el mismo de ayer", dice.

Los internos aplauden la iniciativa

El Centro Penitenciario de Bizkaia estrena un proyecto pionero, novedoso, pero "sobre todo necesario". La directora del Centro Penitenciario de Bizkaia, María Vicenta Alonso, ha anunciado que por primera vez la población reclusa va a contar con un taller sobre las nuevas masculinidades. Diez de los 149 internos van a trabajar durante cuatro meses en derribar los aspectos más crudos de su identidad masculina. "Es un reto porque es un elemento identitario. Ellos se han construido como hombres desde esa masculinidad hegemónica. Esa es la que pretendemos ir deconstruyendo", explica Alonso.

Maria Vicenta Alonso, directora del Centro Penitenciario Bizkaia

Centro Penitenciario de Bizkaia, Basauri.

Centro Penitenciario de Bizkaia, Basauri.

Masculinidades

'Los hombres no lloran', 'los hombres son los que mandan', 'los hombres tienen que ser fuertes', etc. Esta es la concepción de la masculinidad que se ha creado culturalmente a lo largo de los años. Sin embargo, a través de este pionero taller, los internos van a deconstruir su masculinidad hegemónica. "Trataremos agresividad, la utilización de la violencia para resolver conflictos, la despreocupación por el riesgo, la irresponsabilidad, la imprudencia", explica Alonso. Sin embargo, para participar en este taller hay criterios de exclusión, entre ellos, no tener condenas por delitos de violencia de género, saber escribir y leer y no padecer trastornos mentales graves en etapa activa.

"Ha tenido acogida a pesar de las resistencias y rechazo que genera esto, sobre todo en un entorno como es el penitenciario. Este es un entorno totalmente jerarquizado, y encima es todo de hombres", explica la directora. A lo largo del centro penitenciario se han colocado carteles anunciando este taller, el psicólogo del centro -quien prefiere que no aparezca su nombre- ha explicado que ha habido tres reacciones diferentes: "Ha habido a personas que les ha suscitado interés y curiosidad, luego hay gente que no lo ha entendido, y gente que entendiendo algo le ha generado rechazo".

Trabajar como agentes

A pesar de que este taller cuente, en principio, con diez plazas, los internos que participen van a trabar como agentes. "Que uno de ellos recomiende un libro a otro que no está en el taller, ya es derribar resistencias", opina María Vicenta Alonso. El taller va a hacerles reflexionar sobre la forma que tienen de relacionarse con ellos mismos, con otros hombres, con mujeres, pero también con hijos e hijas. Los internos tendrán una sesión de dos horas por semana para hablar, reflexionar y argumentar sobre las nuevas masculinidades. "Es difícil hablar de las masculinidades, incluso también en la calle. No es sencillo, al final se liga con '¿eso qué significa que voy a ser maricón?', o '¿qué tengo que hablar con los gais?'", piensa Imanol.

Aprender y transformar

Moad es otro de los internos que va a participar en el taller, él no tiene mucho conocimiento sobre las nuevas masculinidades, pero quiere aprender. "Quiero aprender todo lo que pueda. Yo se que hay veces que uno mete la pata sin querer, quiero mejorar eso, saber lo que está bien y no", dice. Imanol, sin embargo, va más allá, él no solo quiere formarse y seguir ampliando sus conocimientos, él quiere influir en otros hombres para conseguir la igualdad.

Crear conciencia y sensibilizar es parte del trabajo que hará la directora del Centro Penitenciario, María Vicenta Alonso, y el psicólogo del centro. El resto lo harán los internos que han participado, ellos serán los agentes que transmitan todo lo aprendido a otros internos, y quién sabe si en un futuro a todas las personas que estén a su alrededor.