Ser mayor y estar solo, un problema político y de salud pública. ¿Cuáles son las intervenciones en Euskadi?

Bilbao

Es según la Organización mundial de la Salud una creciente preocupación política y de salud pública que, sin embargo, abre ventanas de políticas que ofrecen oportunidades para abordar estrategias también en Euskadi. Según los últimos datos del EUSTAT, el 23'5 % de la población de Euskadi tiene ya más de 65 años. Es decir, nos acercamos a la cuarta parte de la población. Bizkaia es el territorio más envejecido: 260.000 personas tienen 75 años o más y el 24 % vive sola. Por grupos de edad, la población de 85 y más años ha pasado de suponer el 0,4 % de la población total en 1976 a ser el 4,1 % en el año 2022. El mismo Ararteko ha pedido en más de una ocasión que Euskadi destine más medidas económicas y profesionales para las personas mayores despendientes "que están en sus hogares para superar las situaciones de aislamiento de padecen." Y no se queda ahí, a su juicio, es necesario que los servicios sociales ayuden a superar las situaciones de aislamiento que padecen muchas personas de edad "adoptando todas las medidas posibles encaminadas al mantenimiento de la persona en su hogar" como el acceso a prestaciones económicas, ayudas a domicilio, adaptaciones de la vivienda y estancias temporales y de fin de semana en residencias y centros de día, así como apoyos a los cuidadores.

Proyectos desde principios del siglo XX: 'Egunon Etxea', el pionero.

En Hoy por Hoy Euskadi repasamos los programas de acompañamiento a personas mayores específicos contra la soledad y encontramos que la red con más implantación en los tres territorios es Cáritas Euskadi. Es más uno de sus proyectos 'Egunon Etxea' cumple ya tres décadas.

Egunon Etxea, tal y como nos cuenta Pili Castro, responsable del Área de Personas Mayores y Envejecimiento, "se define como un proyecto global de apoyo y referencia para las personas mayores de 60 años en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social, que trata de ofrecer una respuesta coordinada e integral a sus necesidades". Se plantea como un recurso que ayude a paliar el desamparo de este colectivo a través de unos servicios flexibles y un acompañamiento personalizado, que sirvan para lograr una vida más normalizada e insertada en la comunidad accediendo a los recursos públicos.

El proyecto ofrece tres modalidades de atención: centro de día, servicios abiertos y alojamiento en dos pisos vinculados al proyecto y sobrevive en parte por los voluntarios como José del Moral. "Participo en el proyecto desde el pasado mes de febrero y la verdad es que nos ayudamos mutuamente".

Gipuzkoa y la Fundación Tutelar Hurkoa

La Fundación Tutelar Hurkoa nació en los años 90 y desarrolla tres proyectos: El desarrollo de medidas de apoyo a la discapacidad dependiendo de su capacidad jurídica de obrar, antiguas tutelas, de personas mayores con deterioro cognitivo y de personas adultas con enfermedades mentales. Actualmente atiende jurídicamente a 630 personas. Dentro de esta área tenemos el subproceso de asesoramiento y acompañamiento a las familias. José Ignacio del Pozo, su gerente asegura que "los 69 profesionales y 81 voluntarias son fundamentales para mantener una estructura que cada vez necesita más manos porque cada vez hay más personas que lo demandan".

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Álava y su preocupación por el ámbito rural

Es otra de las necesidades que se han detectado en zonas rurales, la falta de acompañamiento. De ahí que la red de Cáritas haya puesto en marcha un equipo de acompañamiento formado formado por personas voluntarias. Se trata del "Programa de Mayores' activo en Kuartango, Urkabustaiz, Zuia, Salvatierra-Agurain, Araia, Iruña de Oca, Ribera Alta, Ribera baja, Laguardia y Oion. La actividad que se lleva a cabo en estos pueblos tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas mayores ampliando su red social, evitando la soledad y el aislamiento que se vive en muchos municipios rurales de Álava, valorando el papel de las personas mayores en los pueblos y sensibilizando a la población sobre su realidad. María José Romero es una de las trabajadoras sociales responsable de este proyecto y reconoce que "los encuentros mensuales de grupos de personas mayores consiguen vencer la soledad por unas horas en cine-forum, charlas o visitas culturales". Romero participa en este especial Hoy por Hoy Euskadi con Belén Gómez, voluntaria del programa de Kuartango, es ella la que nos cuenta una derivada de estos encuentros. "Estamos empeñadas en preservar la memoria inmaterial de los pueblos alaveses, recogemos la experiencia y recuerdos de la vida, tradición y cultura de nuestros mayores."