Paul Ortega: "Se necesita contención, diálogo y respeto al derecho internacional para avanzar hacia una solución pacífica y duradera en Palestina"

Bilbao

En medio de un panorama mundial convulso, con conflictos que afectan a regiones enteras, la labor de las instituciones y organizaciones humanitarias se vuelve crucial. Paul Ortega, director de Elankidetza, la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, ha querido arrojar luz sobre la complejidad de la situación actual, destacando la respuesta humanitaria y los desafíos que enfrentan, especialmente en lugares como Palestina.

Ortega ha reflexionado sobre la evolución de las crisis humanitarias en la última década, señalando el aumento de situaciones de emergencia en el mundo. Ante esos desafíos, Elankidetza, aunque modesta en tamaño, tiene una clara línea de respuesta humanitaria, "con enfoque en Palestina, trabajando en estrecha colaboración con organizaciones humanitarias y ONG vascas".

Papel crucial

En el caso de Palestina, Ortega destaca la presencia de organizaciones de la sociedad civil como un punto positivo en medio de las dificultades. A pesar de las limitaciones impuestas por las autoridades locales, "la cooperación se lleva a cabo a través de agencias como UNRWA y numerosas ONG vascas, que desempeñan un papel crucial en ámbitos como derechos humanos, respuesta sanitaria, desarrollo rural y económico", explica el director de Elankidetza.

Él resalta la difícil situación en Gaza, donde la población enfrenta condiciones extremas, incluida la falta de alimentos y electricidad, sobre todo en puntos importantes como en los hospitales. La prohibición de la ayuda humanitaria en Gaza, contraviniendo las resoluciones de Naciones Unidas, plantea un desafío adicional para las organizaciones comprometidas en la región.

Contención, diálogo y respeto

En medio de este panorama, Ortega ha destacado el "trabajo excepcional" de organizaciones como UNRWA, que busca recaudar fondos para abordar las crecientes necesidades. Subraya la importancia de denunciar el uso del hambre y la sed como armas de guerra, al tiempo que aboga por soluciones duraderas basadas en el respeto al derecho internacional humanitario.

El director de Elankidetza se ha mostrado preocupado por el uso de la población como "escudo humano" por parte de grupos armados. Es necesario denunciar cualquier acción que viole los derechos humanos. Se necesita contención, diálogo y respeto al derecho internacional para avanzar hacia una solución pacífica y duradera". Ortega ha querido dejar claro que, "la cooperación no se limita a la financiación de iniciativas, sino que implica compartir capacidades y experiencias para implementar soluciones efectivas". Ha alegado que en un mundo cada vez más interconectado, la colaboración entre pueblos y sociedades se debe volver esencial para abordar los desafíos globales y construir un camino hacia la paz.