Nuevo descubrimiento sobre las pinturas rupestres en las cuevas de Atxurra: fueron cuidadosamente planificadas
Posee una repisa a cuatro metros de altura y a 300 metros de la entrada, en la que se observan pinturas de decenas de animales grabados hace 14.000 años (periodo magdaleniense), como bisontes, cabras, caballos, ciervas, etc. El estudio se ha publicado en la revista Scientific Reports.
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Equipos de investigadores de varias universidades españolas han detectado que hace unos 14.000 años hubo una planificación previa a la realización de una serie de pinturas rupestres en la cueva vizcaína de Atxurra, en el término municipal de Berriatua.
Así lo han mantenido investigadores de las universidades de Salamanca (USAL), del País Vasco (UPV/EHU), de Burdeos y del Museo Arqueológico de Bilbao, liderados por Diego Garate, profesor de la Universidad de Cantabria (UC) e investigador del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria, en un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
Esta cueva, muy visitada antes de que los arqueólogos Iñaki Intxaurbe y Diego Garate localizaran arte rupestre en 2015, posee una repisa a cuatro metros de altura y a 300 metros de la entrada, en la que se observan pinturas de decenas de animales grabados hace 14.000 años (periodo magdaleniense), como bisontes, cabras, caballos, ciervas, etc.
Junto a estas pinturas se localizaron las herramientas de piedra utilizadas para su creación y restos de residuos de carbón usado para su iluminación mediante el fuego.
Tras el análisis de todos estos elementos, los investigadores han podido establecer una relación entre todos ellos y afirmar que “existió una planificación previa a la producción artística, tanto en lo que se refiere a los aspectos iconográficos, como a su ubicación, y a los sistemas de iluminación", indica Gárate.
Además, los datos recabados apuntan a que el panel fue decorado para ser visto por terceros desde diferentes posiciones y fue iluminado expresamente para este fin.
Estas pruebas apoyan el papel del arte rupestre como sistema de comunicación visual en las sociedades del Paleolítico Superior, ha aseverado Diego Garate, director del proyecto.
Los investigadores han podido comprobar que algunas de las herramientas de piedra utilizadas para realizar las pinturas "fueron preparadas en la propia repisa”, ha destacado Joseba Rios, arqueólogo del Museo Arqueológico de Bilbao.
Los restos de carbón hallados han permitido al equipo de investigación reproducir los sistemas de iluminación utilizados por los artistas y han detectado que "usaron (madera de) enebro y roble tanto para las antorchas como para pequeñas hogueras en la propia repisa” señala la investigadora María Ángeles Medina de la Universidad de Burdeos.
Es más, la posición de esas hogueras no es aleatoria, según Iñaki Intxaurbe, arqueólogo de la UPV/EHU.
“Los análisis espaciales nos indican que esos fuegos se situaron en un lugar concreto para lograr una mejor iluminación de los grabados”, mantiene.
Intxaurbe también destaca que “es una auténtica fortuna que todos esos restos asociados a la creación del arte se hayan conservado, porque nos aporta una imagen muy precisa de lo que allí sucedió”, asegura.