"Deberíamos reconocernos y aprender unos de otros, porque los migrantes aún sufrimos racismo"
Gasteiz en Conexión, organizada por la Coordinadora de ONGD de Euskadi, explora el mundo desde la visión de las migraciones a través de testimonios e historias
Migración y convivencia, Gasteiz en conexión
19:44
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1699534861821/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Vitoria-Gasteiz
Desde la coordinadora de ONG,s de Euskadi quieren poner el foco en la migración y la convivencia, en un periodo en el que por guerras, hambrunas o diferentes circunstancias los movimientos migratorios se están viendo de manera diaria. Son muchas las personas que se están viendo perjudicadas por los conflictos bélicos y siendo obligadas a salir de sus hogares con un destino incierto y desconocido. Caras de miedo y expectación son las que llegan a nuestra ciudad, ante lo desconocido. Otra tierra, otras costumbres y otra lengua, tres barreras que deben saltar para formar parte de una nueva sociedad. Barreras que en muchas ocasiones no son fáciles de salvar y necesitan de esa mano amiga, ese acompañamiento, necesario, para solventar problemas y poner redes de acompañamiento en las que sentirse seguros.
Actualmente en el mundo hay 58 guerras activas, las más recientes en Ucrania y Gaza, por ello esta octava edición de Gasteiz en Conexión ha querido poner el dedo en las situaciones que se encuentran las personas migrantes al llegar a un sitio nuevo. Una jornada que lleva por título ¿Un poco de sal, vecina? y que se va a celebrar hoy desde las 18:30 en el Centro Cívico Aldabe.
La jornada estará repleta de testimonios, historias y experiencias que invitarán a la reflexión sobre las causas que impulsan las migraciones y la forma en que recibimos a las personas que llegan a nuestra ciudad. Este encuentro nos recordará la importancia de la convivencia y la solidaridad en una sociedad global en constante movimiento.
La comunidad africana
Lenda Ayepa es de Ghana y tiene 32 años, pero cuando a Vitoria apenas era una niña de 10 que aún recuerda con nervios una llegada que fue posible "gracias a la reagrupación familiar, ya que mi padre fue uno de los primeros hombres de raza negra que llegó aquí, y luego pudimos venir mi madre, mi hermana gemela y yo. Sin embargo no fue un camino fácil y como a muchas otras le tocó vivir la lacra del racismo. "Tuve una situación personal muy difícil con una profesora que me ponía barreras, y me decía que no podía llegar a un puesto alto, sino que acabaría en limpieza u otros trabajos más precarios, pero ese fue el motivó para estudiar y terminar mi carrera universitaria".
Lenda Ayepa, miembro del consorcio de organizaciones africanas explica como "se ha avanzado mucho en la sociedad y cada vez nos integran más a los africanos que llegamos, pero aún quedan muchas reticencias y vivimos realidades muy difíciles, como a la hora de alquilar un piso, entre otras". Ayepa, también nos cuenta que las mayores dificultades con las que se encuentra la comunidad africana a su llegada "es el idioma, junto a la regularización de su situación que muchas veces son procesos muy complicados".
Loturak
Dentro de los programa de acompañamiento y ayuda a las personas migrantes desde Alboan se han puesto en marcha dos muy importantes, como son el programa de mujeres en marcha y Loturak. Ainize Foronda, técnica de dinamización social de Alboan nos explicaba su trabajo como "una visión global de las migraciones, en la que miramos desde el origen, al transito y la llegada".
"Loturak es un programa que llevamos cabo desde Alboan en Álava, con el que se trata de consolidar y cuidar un programa que apuesta por formar y construir espacios de encuentro entre voluntarios, familias de acogida y acogedoras", ha indicado Foronda, como punto de inicio, y "siempre con la persona en el centro de todo, ya que la clave pasa por el espíritu de cuidado mutuo y situar al vulnerable en el centro, hacernos vecinos desde la diversidad".