Un partido de juveniles entre el Lakua y el Indautxu en Vitoria termina en batalla campal: el portero bilbaíno es agredido y 100 personas saltan al campo a pelearse
Los hechos, relatados por el propio colegiado en el acta del partido, ocurrieron el pasado sábado en Gasteiz
"Saltaron veinte energúmenos a agredir al portero del Indautxu": el testimonio del presidente del club bilbaíno, José Hernández, tras la pelea entre juveniles en Vitoria
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Bilbao
El Lakua-Indautxu de Liga Vasca se ha convertido en el último exponente de violencia en las categorías inferiores del fútbol. Los equipos juveniles de estos dos clubes se enfrentaban el pasado sábado en el campo de Sansomendi, en el barrio gasteiztarra de Lakua. Pero, tras el pitido final, la victoria por 1-2 de los bilbaínos quedó enterrada tras un episodio que, según el árbitro recogió en el acta, se convirtió en "una batalla campal de unas 100 personas".
Al finalizar el partido, jugadores de uno y otro equipo comenzaron a empujarse y encararse sobre el terreno de juego. Automáticamente, esto provoca una reacción. "Escasos segundos después, cinco aficionados saltan al terreno de juego y empiezan a encararse con un jugador del Indautxu", relata el acta. Ese jugador es el portero del equipo juvenil del Indautxu, que fue agredido por varios de los aficionados que invadieron. De uno de ellos recibió un puñetazo en el ojo por el que tuvo que ser trasladado al hospital.
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La batalla campal
Esta agresión al jugador, que la SD Indautxu denunció después a través de un comunicado, es la que desató la gran batalla. Varias decenas de seguidores de uno y otro equipo saltaron al campo y "comienza una batalla de unas 100 personas, en la que participan tanto jugadores como aficionados" de ambos lados, según el colegiado.
Ante tal estado de tensión, seis patrullas de la Ertzaintza y otras dos de Policía Local accedieron a las instalaciones deportivas para intervenir. Tomaron los datos al portero del Indautxu y "les escoltan hasta los vehículos para evitar cualquier mal mayor", afirma el acta.
Comunicado del CD Lakua
El detonante, un padre
Además, el acta arbitral recoge que los problemas habían comenzado, aunque a menor escala, durante la disputa del partido. "La actitud del público de ambos equipos fue mala durante todo el partido, pero sobre todo la de los aficionados que reconozco como del Indautxu por sus cánticos y protestas", afirma el árbitro.
Especialmente señala al padre de un jugador del Indautxu, que fue expulsado de las instalaciones por el delegado del Lakua tras insultar y amenazar gravemente al árbitro. Este recoge en el acta algunas de ellas: "Hijo de la gran puta", "me cago en tus muertos", "eres un casero de mierda" o "te voy a esperar a la salida", escuchó de boca del padre de uno de los futbolistas.
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Chavales de 15 años
Según ha explicado a la Cadena SER el presidente del Lakua, Ali Fekak, "un grupo de chavales de 15 o 16 años, con capuchas y gorras, acuden al campo y, entre empujones, uno pega un puñetazo al portero del Indautxu".
Desde el club vitoriano, se unieron a la denuncia desde el primer momento, aunque "no son gente del club" quienes saltaron. En cualquier caso, explica Fekak que "al tratarse de un campo municipal, público, nosotros no podemos prohibir la entrada a nadie. Nosotros somos solo un club que aprovecha las instalaciones para jugar allí como local".
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El Indautxu niega la pelea
Sin embargo, desde el club bilbaíno, su presidente, José Hernández, niega la pelea masiva descrita en el acta: "No hubo ninguna batalla campal. Creo que no es correcto lo que ha puesto el árbitro en el acta. Lo único que hubo fue una agresión de veinte energúmenos que saltaron al campo encapuchados, nada más pitar el final, a agredir al portero del Indautxu", asegura en Radio Bilbao.
En su lugar, Hernández sostiene que "algunos padres entraron en el campo, pero no con la intención de agredir a nadie, simplemente iban a intentar poner paz y que no hubiese más incidentes". Entre quienes saltaron al verde estaban los tíos del chaval agredido, pero "no pasó nada más", pues "en cuanto se dieron cuenta los agresores de que habíamos llamado a la Ertzaintza, salieron corriendo".
