La llamada 'COVID de las vacas' ha matado 589 reses desde septiembre en Euskadi
La enfermedad hemorrógica epizoótica (EHE) no supone ningún riesgo para los humanos, pero supone un verdadero quebradero de cabeza para los ganaderos
Entrevista a Iñigo Bilbao, secretario de EMBA
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Bilbao
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), la mal llamada COVID de las vacas, se ha extendido por toda España desde que apareció en Europa el año pasado y ha matado ya miles de reses en el estado, más de 500 sólo en Euskadi. Los calores del pasado verano y el retraso del invierno ha provocado que el mosquito que transmite esta nueva enfermedad haya avanzado de sur a norte hasta llegar a las comunidades cantábricas el pasado mes de septiembre y sólo la aparición del frío parece ser capaz de frenarle. Por fortuna, esta enfermedad no supone ningún riesgo para los humanos, ya que el consumo de la carne o la leche de los animales contagiados no provoca ninguna reacción en la salud de las personas.
Un mosquito originario de América
Las comunidades del norte han sido las últimas en detectar la presencia de este mosquito y de la enfermedad hemorrágica que transmite. En Euskadi, los primeros casos se dieron a principios de septiembre y a día de hoy ha matado ya 589 reses, en la vecina Cantabria las muertes superan las 700 y son más de 6.000 en Castilla y León, pero la lista sigue hasta alcanzar a todas las comunidades autónomas, ya que todas han detectado casos de esta enfermedad que transmite un recién llegado a Europa. Y es que la EHE se contagia a través de la picadura de un mosquito procedente de América que, tras haber pasado a África, entró por Italia el año pasado y se detectó en Andalucía también en 2022.
Pero ha sido este pasado verano cuando la enfermedad se ha convertido en epidemia, ya que los calores de los meses estivales y el retraso que estamos sufriendo en la llegada del invierno han supuesto que este mosquito se haya extendido de sur a norte por toda la península, hasta llegar a principios de septiembre a las comunidades cantábricas, incluida Euskadi, afectando no sólo al ganado, sino también a especies como los ciervos, los corzos y otros ungulados silvestres.
589 reses muertas en Euskadi
Con los datos de esta misma semana, la EHE ha acabado ya con la vida de 589 cabezas de ganado en Euskadi tras contagiar a 5.348 reses en 1.589 explotaciones vascas. Gipuzkoa está siendo el territorio más afectado con 392 animales muertos y 3.030 contagios en 822 explotaciones. En Bizkaia esta enfermedad ha matado 177 cabezas de ganado en 576 explotaciones donde 1.839 animales se han visto afectados y en Araba la cifra de animales muertos está de momento en veinte, aunque los afectados alcanzan los 479 en 191 explotaciones.
La expansión ha sido tan rápida que las diputaciones han tenido que habilitar nuevas partidas de 500.000 euros en Bizkaia, 400.000 en Gipuzkoa y 300.000 en Araba para ayudar a los ganaderos con los gastos veterinarios. Las cantidades de estas ayudas varían dependiendo del territorio, pero en general se otorgan para cubrir parte del coste de la primera visita del veterinario, el tratamiento y una indemnización por cabeza de ganado fallecida que oscila entre los 1.000 y los 2.000 euros dependiendo de la edad y la calidad del animal.
Los ganaderos, en jaque
Desde el sindicato agroganadero ENBA se ha valorado positivamente la rapidez con la que las tres diputaciones vascas han habilitado estas ayudas, aunque reconocen que no sirven para cubrir todos los gastos que la llegada de este mosquito les está generando. Y es que, además de las vacas fallecidas, los ganaderos están detectando que esta enfermedad provoca abortos en la vacas parideras o hace disminuir la cantidad de leche recogida en hasta un 70% en el caso de las vacas lecheras enfermas.
Además esta enfermedad hemorrágica les está suponiendo un trabajo extra, ya que deben estar en permanente contacto con los animales para poder detectar los primeros síntomas en busca de señales como el morro ennegrecido, debilidad y finalmente negación de comer o beber que acaba en muerte por inanición en los casos extremos.
Sin embargo, el Jefe de ganadería de la Diputación de Bizkaia, Iñaki Arrazola, subraya que, pese a lo elevado de los números, esta enfermedad no tiene una tasa de morbilidad excesivamente alta: "De cada 10 animales contagiados, enferma uno. Y de cada 10 animales enfermos, muere uno. El problema es la expansión que ha tenido el mosquito y la cantidad de animales infectados".
El frío acabará con el mosquito...este año
Los expertos aseguran que la incidencia de la enfermedad está ya en descenso y que la llegada del frío del invierno, cuando finalmente llegue, acabará con el mosquito y con la enfermedad dando un respiro a los ganaderos. Al menos hasta el año que viene, porque con la llegada del buen tiempo es más que probable que el mosquito vuelva a hacer acto de presencia.
Aún así, todavía no está claro cómo afectará el año que viene al cabaña ganadera, ya que habrá que esperar para saber si los animales que se han infectado y sobrevivido este año volverán a infectarse el año que viene, si presentarán síntomas tras contagiarse o si , por el contrario, se habrán vuelto inmunes a la enfermedad. Unas preguntas para cuyas respuestas deberemos esperar todavía unos meses.