"Los contenidos pornográficos son cada vez más violentos. De lo contrario, nuestro cerebro se acostumbra"
"Sí, tu hijo ve porno", es la frase que da nombre a una serie de ciclos que está organizando, en Bilbao, Espacio Regadera con el objetivo de concienciar a cerca de una práctica que cada vez es más recurrente entre adolescentes e incluso niños
"Los contenidos pornográficas son cada vez más violentos. De lo contrario, nuestro cerebro se acostumbra"
"Niños de 10 años se están masturbando viendo como se ahoga una niña o como le meten los dedos por el ano. Son contenidos increíblemente violentos, y lo son, porque de lo contrario nuestro cerebro se acostumbra y ya no somos capaces de excitarnos", es la realidad del porno a ojos y palabras de Carmina Serrano que es doctora en psicología y experta en violencia y trauma. Advierte que el consumo de estos contenidos va a más entre, ya no adolescentes, sino niños, niños de tan solo 10 o 12 años de edad que desde muy pequeños ya conciben "el sexo como algo absolutamente violento y antinatural", apunta Serrano.
El porno es una práctica que mayoritariamente se ha consumido entre los hombres. Una vez que se consumen estos contenidos de forma diaria y constante luego son estos mismos los que lo llevan a la práctica y replican lo que ven. Y esa realidad es la que ha llevado a que muchas mujeres empiecen, también, a consumir porno. Desde 2018 al año 2022, y según estadísticas oficiales, el visionado de estos contenidos, entre ellas, ha aumentado hasta en un 15%. "Después de mucha investigación y trabajos con mujeres hemos concluido que ven porno para saber qué es lo que les gusta a ellos. Y estas situaciones lo que enseñan es precisamente lo que no es una relación afectivo sexual", explica Sandra Sedano que es experta en educación afectiva sexual.
El impacto en internet
Y todo este consumo tiene su evidente impacto: la imitación de los comportamientos que estos niños y adolescentes ven a través de la pantalla. Sin embargo, estas consecuencias no se limitan a ejercer con una violencia e intensidad desmedida la práctica del sexo, también está el hecho de que circulan por internet cantidad de imágenes íntimas que luego pueden generar un perjuicio al emisor. Lo explica Silvestre del Río que es policía de menores. "Chico y chica en situación de noviazgo, comparte material erótico y luego claro la pareja se rompe, el dejado o la dejada se ofende y las fotos de la expareja las comparten por el grupo de clase". De estos casos muy pocos se denuncian, solo un 30%, de ahí que Silvestre del Río anime a interponer denuncia. "Porque tu hijo o hija ha podido tener la suerte de que bloqueando ese contacto se ha solucionado el problema, pero interponiendo denuncia nos ayuda a nosotros a localizar a esas personas y evitar que puedan generar un mal hacia otras personas".