"Por lo que nos dicen varias personas, no se está informando debidamente sobre el uso que están dando a los datos biométricos"
Tras la primera denuncia de un particular de Bizkaia a la empresa WorldCoin, que está escaneando el iris a cualquiera que lo desea a cambio de una serie de criptomonedas, hablamos con Ainara Ugalde, secretaria general de Protección de Datos del País Vasco
Ainara Ugalde secretaria general de la Autoridad Vasca de Protección de Datos
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Desde hace varias semanas en el Centro Comercial Zubiarte, la empresa WorldCoin, cuyo creador es Sam Altman (el mismo que el de ChatGPT), está obteniendo datos biométricos de aquellos que lo deseen. La transacción consiste en ceder esos datos, como por ejemplo el iris, a cambio de 30 criptomonedas, equivalentes a 20 euros.
Sin embargo, más allá de la compensación monetaria, ¿qué beneficio obtiene alguien al ceder esos datos? Precisamente eso no queda claro. La empresa alega que está recopilando estos datos, ya posee información biométrica de tres millones de personas en 120 países, con el objetivo de protegernos de amenazas digitales y prevenir estafas en línea. Sin embargo, varios expertos no concuerdan con esta aparentemente altruista promesa de WorldCoin. Explican que estos datos probablemente terminen en manos de otras empresas o países, según Ainara Ugalde, secretaria general de Protección de Datos del País Vasco. "Ceder estos datos nos marca de por vida y perdemos el control. Desconocemos cómo serán utilizados, podrían ser comercializados o vendidos a países con menos restricciones en esta materia".
En Bizkaia hay denuncia
"Según tenemos entendido, hay una denuncia desde aquí, en Bizkaia, ya que la Agencia Española de Protección de Datos ya tenía conocimiento de otra denuncia proveniente de Madrid, cuando esta misma empresa se instaló en uno de sus centros comerciales", afirma Ugalde. Lo que está en cuestión, explica, es el tratamiento que se les está dando a estos datos. Para que se considere una práctica legal, la empresa debería informar adecuadamente sobre todo lo que planea hacer con ellos y las consecuencias de cederlos. "Se necesita el consentimiento del interesado, pero ese consentimiento debe ser claro, informado e inmediato, y deben especificarse todos los riesgos asociados con estas prácticas para el usuario. Según nos dicen varias personas, no se está informando adecuadamente sobre el uso que están dando a los datos biométricos".