Joseba Segura, Obispo de Bilbao en el funeral de Juan María Uriarte: "Debemos agradecer por haber dejado en su caminar huellas de Dios"
La ceremonia ha sido oficiada por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, y los prelados de San Sebastián, Fernando Prado, y de Zamora, Fernando Valera, diócesis donde Uriarte ejerció el episcopado, además de en Bilbao, donde fue obispo auxiliar.
Joseba Segura, Obispo de Bilbao, en el funeral por Juan María Uriarte
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El funeral por el obispo emérito de San Sebastián Juan María Uriarte, fallecido el sábado a los 90 años, ha congregado este lunes en la basílica de Begoña, en Bilbao, a cientos de fieles y numerosas autoridades religiosas y políticas.
La ceremonia ha sido oficiada por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, y los prelados de San Sebastián, Fernando Prado, y de Zamora, Fernando Valera, diócesis donde Uriarte ejerció el episcopado, además de en Bilbao, donde fue obispo auxiliar.
Junto a ellos, una decena de prelados encabezados por el cardenal Ricardo Blázquez, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta (ambos fueron obispos de Bilbao); el arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez González; el obispo de Orihuela-Alicante y antes de San Sebastián, José Ignacio Munilla; el obispo de Urgell y coprincipe de Andorra, Joan-Enric Vives Sicilia, y el obispo de Palencia, Mikel Garciandia.
Entre las autoridades políticas, los consejeros Josu Erkoreka y Gotzone Sagardui, la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; la alcaldesa de Bilbao en funciones, Amaia Arregi, y el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, entre otros.
En la homilía, Segura ha recordado las últimas horas de Uriarte en la UCI del hospital de Basurto y su serenidad al recibir la unción y ha destacado que siempre escuchó a los que piensan distinto y buscó la unión.
Segura, que decidió entrar en el seminario tras una charla de Uriarte en el colegio de Bilbao en el que estudiaba, ha afirmado que "personas así no sobran nunca y resultan imprescindibles".
El obispo ha señalado que los más cercanos a Uriarte le llamaban el "divino impaciente" por la "intensidad de sus empeños".
Previamente, ayer y esta mañana cientos de personas han pasado por la capilla ardiente instalada en la Casa de Espiritualidad de Begoña, situada junto a la basílica, entre ellos el lehendakari, Iñigo Urkullu; Amaia Arregi, Andoni Ortuzar, Itxaso Atutxa, Arnaldo Otegi y Rafa Díez.
Uriarte expuso en sus últimas voluntades su deseo de que su funeral se celebrase en Begoña, la basílica en el que fue ordenado obispo por primera vez -Auxiliar de Bilbao- en 1976.
Los restos de Juan María Uriarte, despedido con un largo aplauso a su salida de la basílica, serán trasladados ahora a su localidad vizcaína natal de Fruiz, donde descansarán en el panteón familiar del cementerio parroquial.
Mañana martes se celebrará una eucaristía funeral solemne en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián, presidida por el obispo donostiarra.
Juan María Uriarte, quien sufrió un ictus el domingo 11 de febrero, falleció el pasado sábado en el hospital bilbaíno de Basurto, en el que permanecía ingresado.
Nacido en Fruiz en 1933, Uriarte fue obispo auxiliar de Bilbao (1976-1991), obispo de Zamora (1991-2000) y titular de la diócesis de San Sebastián entre 2000 y 2010, cuando le fue aceptada la renuncia por razones de edad y se retiró como emérito de la diócesis donostiarra.
Al margen de su labor eclesiástica, la figura de Juan María Uriarte es recordada por su papel de mediador que ejerció en las conversaciones del Gobierno del PP de José María Aznar con ETA durante la tregua entre 1998 y 1999.
Su fallecimiento ha suscitado numerosas reacciones de representantes políticos e institucionales vascos y también de víctimas de ETA, además de las procedentes del mundo de la Iglesia, para resaltar el trabajo que Uriarte hizo en favor de la paz en Euskadi.