"Sólo con el autoconsumo es muy complicado que podamos atender la demanda energética en Euskadi"
Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía nos cuenta las intenciones de "poner en marchas los parques fotovoltaicos de Álava lo antes posible, pero las tramitaciones administrativas están siendo muy arduas"
Entrevistamos a Iñigo Ansola, Director General del Ente Vasco de la Energía
Vitoria-Gasteiz
Las energías renovables son presente y futuro, y desde Euskadi se han puesto manos a la obra parar tratar de cumplir los objetivos marcados por la nueva ley de transición energética y cambio climático, que señala que el ahorro en el consumo final de energía deberá ser, al menos, del 12% para el año 2030 y un 37% para el año 2050, tomando como base los datos de 2021. Objetivos ambiciosos porque "ahora mismo es muy difícil, por no decir imposible que podamos atender toda la demanda energética que tenemos en Euskadi, porque la industria consume muchísima energía y tenemos un sistema de movilidad que consume incluso más que la propia industria", ha indicado Iñigo Ansola, director general del Ente Vasco de la Energía.
En 1982 se puso en marcha el Ente Vasco de la Energía para poner en el foco la necesidad de ir recorriendo el camino para una transición energética eficiente que lleve a su vez a frenar las afecciones al cambio climático. Además, de una labor de concienciación ciudadana necesaria que debe pasar por "seguir haciendo hincapié en la eficiencia energética, como se ha hecho estos 40 años, para seguir trabajando en reducir el consumo, porque cuanta menos energía consumamos, la importancia de los parques que vayamos instalando tendrán una importancia cada vez mayor".
Reinversión en el entorno
En Álava proliferan las instalaciones renovables, tanto las impulsadas por agentes públicos como privados, a la espera de que se apruebe el definitivo Plan Territorial Sectorial, plan encargado de ordenar las energías renovables. Ansola ha indicado que pese a que esté en proceso la aprobación definitiva "este no deja de ser una herramienta de ordenación del territorio, pero actualmente ya existen herramientas de ordenación del territorio para promover este tipo de parques con las condicionantes establecidas por los órganos sustantivos ambientales, por que todo eso hay que incorporarlo en los proyectos y amoldarnos a los requisitos que marca la normativa".
Además la nueva ley de transición energética y cambio climático aprobada en el Gobierno Vasco establece que los parques de energías renovables que se instalen en Euskadi deberán pagar un canon anual a partir del 1 de enero de 2025 para compensar las afecciones socioambientales en la zona y tendrán que dirigir al menos el 20% de la energía que produzcan a los municipios en los que se ubiquen. Con todo ello se quiere "hacer participe a la ciudadanía del entorno, para que vean los beneficios que tienen la instalación de estos parques, que también cuenta con una parte negativa como es el impacto visual, haciéndoles partícipes del accionariado, y que puedan ver también rebajada la cuantía de su factura eléctrica", ha explicado Ansola que también ha marcado como muy importante "la reinversión en el entorno y en los propios municipios afectados del 2,5% del canon de implantación, para llevar a cabo mejoras".
En Vitoria y Álava cada vez hay más interés en la puesta en marcha de nuevas comunidades energéticas para tartar de cubrir y promover, en la mayor parte posible, el autoconsumo. Situación que se ve con buenos ojos desde el EVE, ya que "estas son unas herramientas muy importantes para que la ciudadanía pueda gestionar su propia energía y nos sirve para democratizar ese consumo".
Labraza, Azazeta y Laminoria
El proyecto del parque eólico de Labraza cuenta ya con una declaración de impacto ambiental favorable, un trámite que aún no se tiene en el parque eólico de Azaceta, y que se esperaba como inminente. Sine embargo, el director general del EVE, Iñigo Ansola ha indicado que "las tramitaciones administrativas están siendo muy arduas". Cabe recordar que Labraza podría ejecutarse a finales de 2024, mientras que Azaceta podría llevarse a cabo en 2025. Mientras en el caso del parque de Laminoria todo va "mucho más retrasado, ya que aún ni se cuenta con la declaración de impacto ambiental".
Ansola ha remarcado que "tenemos que interiorizar que estos parques no son el capricho de nadie sino una necesidad que tenemos como sociedad para luchar contra el cambio climático y por razones económicas, ya que cuanto mas abastecimiento energético tengamos en Euskadi menos vamos a depender de otros países, y esto a su vez va a redundar en nuestros bolsillos".