Un ciudadano británico al que sorprendieron los miñones devuelve por correo una moneda al Museo de Arqueología de Álava

Vitoria-Gasteiz

La Diputación foral de Álava ha detectado 15 posibles delitos arqueológicos en el territorio en los últimos tres años. La inmensa mayoría de ellos, 13, han estado protagonizados por detectoristas y 11 fueron denunciados o comunicados a la Ertzaintza. Sin embargo, solo una de esas denuncias acabó en juicio y condena, al ser sorprendido el autor en plena actuación. La Diputación defiende que "no es sencillo" prevenir estos delitos, ya que "hay millares de emplazamientos" sobre los que los delincuentes pueden actuar y echa de menos que la Ley vasca de patrimonio contemple sancionar el uso de detectores de metales.

En respuesta a una pregunta escrita por EH Bildu en Juntas Generales de Álava, la diputada de Cultura, Ana del Val ha detallado los 15 posibles delitos arqueológicos detectados en el territorio por su departamento entre enero de 2021 y marzo de 2024. Solo en este 2024, Diputación tiene constancia de cinco casos, el último de ellos el 6 de marzo al detectar agujeros compatibles con actuación de detectoristas en el yacimiento de Iruña-Veleia.

Las actividades clandestinas contra el patrimonio arqueológico denunciadas por Diputación se extienden por todo el territorio. La mayoría, tres, se han detectado en Iruña-Veleia, las tres con uso de detectores de metales. La docena restante se han producido en el dolmen de Egilaz, San Ágeda, las termas de Arkaia, los pantanos de Landa y Garaio, Eskolunbe, Kuartango, el castillo de Gebara, Monte San Pedro, Medropio, Espejo y Atxuri.

Un sobre procedente del Reino Unido con una moneda

Los detectoristas son la principal preocupación en este ámbito. En algunos casos, han sido vecinos los que han alertado de su presencia en los yacimientos, en otros solo se ha sabido de su actuación por los agujeros en el terreno, aunque en un par de ocasiones Diputación ha hallado a los presuntos delincuentes in fraganti. En Iruña-Veleia, por ejemplo, el vigilante se encontró con una pareja con un menor usando un detector de metales. En junio del año pasado, en Landa, en la zona del pantano, los miñones identificaron a un ciudadano británico utilizando un detector de metales, aunque no localizaron material arqueológico en su poder. Según del Val, los agentes le informaron de las implicaciones legales y de la obligatoriedad de entregar el material arqueológico. Unos días más tarde se recibió en el Museo de Arqueología de Álava un sobre procedente del Reino Unido sin remite con una moneda.

En la respuesta al juntero Xabi Baldor, Diputación manifiesta la dificultad de controlar estos delitos, con medidas específicas de protección y control eficaces. "Nos enfrentamosa una nómina de varios millares de emplazamientos sobre lo que puede actuar cualquier desaprensivo provisto de un detector de metales", explica la responsable foral de Cultura, que informa de que "se ha estrechado la colaboración de la Ertzaintza y Miñones con el objeto de reforzar la vigilancia en zonas especialmente sensibles, como en Iruña-Veleia".

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En la mayor parte de las actividades clandestinas identificadas no se ha podido determinar el tipo de detector utilizado, puesto que la única evidencia son los agujeros practicados al extraer los objetos. La única excepción la supone el caso juzgado y sentenciado, explica Del Val, puesto que el autor fue sorprendido en plena actuación y los equipos fueron requisados por los agentes del SEPRONA y destruidos después por orden judicial.

La Diputación considera que "existe una cobertura legal suficiente para actuar contra las personas que realizan actividades ilícitas y dañan el Patrimonio Arqueológico", aunque echa de menos "alguna referencia más explícita a la problemática del uso de detectores de metales en la Ley de Patrimonio Cultural Vasco, ya que no se incluye referencia directa alguna en el apartado de Infracciones y en el Régimen Sancionador que conllevan". En todo caso, Diputación considera que este déficit queda compensado por el artículo 323 del Código Penal, que permite la actuación legal contra este tipo de delitos.

Además de estas actividades clandestinas, según Diputación, se han recibido en el BIBAT-Museo de Arqueología de Álava diversas consultas de particulares sobre uso de detectores, y se han producido algunas entregas de objetos metálicos, supuestamente declarados como hallazgos casuales. En todos los casos, Diputación ha informado a la Ertzaintza. A todas estas personas se les ha explicado la normativa y el riesgo que supone el uso de ese tipo de aparatos.