"Iker tenía ese desparpajo que hacía que todos dijeran, '¡pero quién es ese niño!'": Joaquín Caparrós le hizo debutar en el Athletic con 16 años

Bilbao

El 30 de julio de 2009, San Mamés vio por primera vez a un jugador que hoy, quince años después, ha anunciado que en junio pondrá punto final a su trayectoria como rojiblanca. Iker Muniain debutó ese día en una previa de UEFA ante el Young Boys, sustituyendo en la segunda mitad a Gaizka Toquero. El entrenador del Athletic era entonces Joaquín Caparrós. "Se va un grande del fútbol nacional y un grande del Athletic. Estamos hablando de alguien muy grande", dice ahora el de Utrera.

Recuerda Caparrós cómo conoció a Iker al llegar a Bilbao. "Cuando yo llego al Athletic, hablo con Blas Ziarreta. Me reúno con él y le pregunto por los futbolistas más talentosos de las categorías inferiores del Athletic, de cualquier edad. Y él es el primero que me habla de Iker", rememora. "Yo me lo llevo a isla Canela y allí veo a un chico con un desparpajo tremendo. Un futbolista distinto, capaz de ganarse el cariño de todos", añade.

Deslumbrar en un rondo

Así, poco después le dio la alternativa con el primer equipo. No obstante, "para que llegara ese debut, antes hay un proceso de adaptación a lo que es el primer equipo, a una mentalidad profesional. Vimos que Iker era un chico con un enorme talento y al que, si le respetaban las lesiones, iba a ser un jugador importante para el Athletic".

Y así fue, no hay duda. Desde el comienzo, Muniain demostró tener algo especial. "Era alguien que incluso en un rondo llamaba la atención del resto de futbolistas", afirma Caparrós. "Con esa edad llega a un grupo con gente como Orbaiz, Etxebe, Yeste o Gurpegi, futbolistas con mucho peso. Pero Iker tenía ese desparpajo que hacía que todos dijeran, ¡pero quién es ese niño!", explica.

El cariño del vestuario

Ahora, "Iker se ha ganado el derecho a tomar su decisión. Yo le respeto y le deseo lo mejor en lo próximo que haga", opina el técnico sevillano. "Me alegro de todo lo que le ha pasado, y de lo que le pueda pasar. Además, tiene un aspecto humano muy destacable. Es un chico súper querido por todos sus compañeros de vestuario. Cómo cogió rápidamente la capitanía, sabiendo qué rol tiene que tener un capitán en el Athletic. Ha dado ejemplo en momentos complicados, siempre ha dado la cara".

Es uno de los recuerdos especiales para Caparrós, que dejó huella en Bilbao. "Yo tengo muchos partidos en Primera División. No tengo títulos, pero el mayor título es ver cómo han ido creciendo los chicos que has sacado tan jóvenes. Me pasó igual con Jesús Navas o Sergio Ramos", zanja.