Iker Muniain abandonará Lezama y el Athletic Club al acabar esta temporada según ha manifestado el propio jugador al club de Ibaigane. Después de 15 temporadas en el primer equipo y 557 partidos (de momento) a sus espaldas —el segundo jugador en el ranking histórico después de los 614 de Iribar—, Iker Muniain ha decidido irse por la puerta grande, una vez cumplido su sueño de sacar La Gabarra con el Athletic campeón. Los números que jalonan la trayectoria de Muniain en el Athletic reflejan la importancia del futbolista de la Txantrea. Llegó a Lezama con tan solo 12 años, en categoría infantil, y fue quemando etapas de manera fulgurante hasta debutar con el primer equipo con tan solo 16 años, a la altura de otro mito del Athletic Club, Piru Gainza. Fue el 30 de julio de 2009 en San Mamés frente al Young Boys, y en la eliminatoria de vuelta se convirtió en el jugador más joven en marcar gol en partido oficial con el Athletic en toda su historia tras Txomin Acedo, que marcó con unos meses menos en el campeonato regional en 1914. Han pasado 15 temporadas desde entonces y Muniain ha anotado 75 goles repartidos entre LaLiga, Copa, Champions League y Europa League. El capitán ha logrado dos Supercopas (2014/15 y 2019/20) y el anhelado 25º título de Copa del Athletic Club que rompe una sequía de 40 años en la competición favorita de la afición. Ha sido subcampeón de Copa en 5 ocasiones y una más en la Europa League. En la memoria colectiva de la familia zurigorri quedarán para el recuerdo goles emblemáticos como el que marcó a De Gea en Manchester, llegando como un avión a un balón suelto en el área, o el que anotó en la ida de la previa de la Champions en Nápoles. Por muy brillantes que sean los datos (y en el caso de Iker lo son), no alcanzan a reflejar el modo en el que el navarro ha ayudado a engrandecer la historia del Athletic. Como en su día hicieron otras grandes leyendas rojiblancas, Muniain prefirió quedarse en casa y competir con los suyos, en el equipo que lo formó y le dio la oportunidad de convertirse en profesional, renunciando a fichar por algún otro club que le pudiera ofrecer más dinero y la promesa de más títulos en su palmarés. Su decisión lo convirtió en un ídolo para la afición y en un referente para las nuevas generaciones, y desde su nombramiento como capitán ha estado siempre a la altura de la institución, dando muestras de deportividad y de respeto constantes. La entereza, entrega y dedicación con las que sobrellevó y superó sus dos graves lesiones de rodilla también son una muestra de la profesionalidad del jugador y de su pasión por el fútbol y por el Athletic. El legado que deja Muniain al anunciar su marcha en este momento y de esta manera es merecedor del mayor de los reconocimientos. Se despide del club de sus amores con el recuerdo imborrable que deja la final de Copa y la posterior fiesta de La Gabarra en Bilbao. Marcó uno de los penaltis decisivos y levantó el trofeo junto a De Marcos, su fiel escudero en mil batallas. A partir de ese momento, el de la Txantrea, quizá consciente de su inminente despedida, se erigió en el líder de las celebraciones. El derroche de energía, actitud y entusiasmo mostrados dejan la estampa de un Muniain feliz, orgulloso del Athletic y de sus compañeros. Felicidad y orgullo compartidos con la afición, siendo Iker el dinamizador perfecto de unos días de gloria que ya son eternos. Por último, el Athletic Club comunica que en próximas fechas se celebrará un evento de despedida y homenaje al capitán en el mismo San Mamés, que se abrirá al público en general para tan señalada ocasión.