"Se había reunido con el FC Barcelona en un hotel de Pamplona, pero el Athletic consiguió llevárselo": así llegó Iker Muniain a Bilbao

Bilbao

"A Iker lo veíamos todos los ojeadores, pero lo difícil, y lo que consiguió el Athletic, fue llevarse a Iker Muniain". Quien habla es Félix Burgui, que durante casi dos décadas ha trabajado como ojeador en Navarra para el Athletic. Él fue quien puso sobre la pista al club rojiblanco. Había un chaval, un niño de doce años, con muy buena pinta. Jugaba en el Txantrea y, como Burgui, otros ojeadores estaban atentos a él.

"Iker tenía ofertas, entre otros, del Barça", confiesa Burgui, actualmente desvinculado del Athletic. "Mi función era colocar al jugador en la órbita del Athletic", relata en Radio Bilbao. Y es lo que hizo en 2004, cuando puso las bases de una operación que después rematarían los nuevos directivos de Ibaigane. Habló con los mandatarios inmediatamente. Les recomendó que fueran a por él.

Reunión con el FC Barcelona

Asegura el ojeador que fue la rápida reacción del presidente del Athletic la que permitió al conjunto rojiblanco adelantarse a otros equipos, entre ellos el FC Barcelona, con quien la familia de Iker ya había tenido algunos contactos. "Se había reunido con el Barcelona en un hotel de Pamplona. También con otros equipos", confiesa.

Pero "el Athletic anduvo listo y, en cuanto ganó Lamikiz las elecciones, Txema Noriega, Blas Ziarreta y Koldo Asua vinieron a Pamplona y cerraron el tema", dice. Así que Iker hizo las maletas y se trasladó a Bilbao, a la residencia del Athletic. Nada más llegar, deslumbró en los primeros torneos de verano.

"Me acuerdo de un torneo en Güeñes, que fue con el Athletic. Era la primera acción que hacíamos con él. Jugamos contra el Barcelona, que tenía un equipo donde todos le pasaban dos cabezas. ¡Y parecía que jugaba contra niños!", rememora Burgui.