Epílogo intrascendente para una temporada histórica

Se cierra una temporada histórica para la Real Sociedad. Porque a pesar de los altibajos que ha tenido y pese a la decepción enorme por quedarte fuera de la final de la Copa del Rey en Anoeta con todo a tu favor… no se puede obviar que este equipo de Imanol Alguacil ha entrado en la historia por derecho propio. Cinco temporadas seguidas en Europa nunca lo habíamos visto en San Sebastián, y eso lo tenemos que valorar. No vaya a ser que más adelante nos tengamos que arrepentir por no haber disfrutado como se merece un hito de estas características.

En Carrusel Deportivo me han pedido que pusiera nota a la temporada, y sinceramente no he dudado en ponerle una muy alta, entre 8 y 9, porque sin duda tiene mucho mérito lo que ha hecho el equipo realista, logrando el objetivo europeo en Liga mientras competía con una espectacular fase de grupos de la Champions League y llegando hasta las puertas de la final de Copa, quizá el episodio más doloroso y el gran lunar de este curso. Me pedían también una valoración para Imanol Alguacil, y no he podido resistirme a darle un 9, porque quizá esta Real haya sido menos brillante con balón que en años anteriores, pero también más competitiva que nunca, y ha conseguido un rendimiento muy alto muy regular, sostenido en el tiempo y cambiando de competición como si no se notara, cuando eso era un déficit de años anteriores.

Aunque algunos les cueste verlo, porque no ha entrado en Champions como el año pasado, creo que está Real Sociedad ha dado un paso más en su crecimiento como equipo y ha sido más madura. Y eso que hay que reconocerlo, prácticamente ha jugado sin delanteros, porque el rendimiento de André Silva y Sadiq ha estado muy por debajo de lo esperado. Menos mal que estaba el de siempre, el capitán Oyarzabal. Ahí será donde tendrá que afinar más que nunca la dirección deportiva, porque es una posición en las que fundamental acertar. Mucho trabajo tienen por delante.

También porque les va a costar retener a algunas de sus figuras, como Zubimendi, Le Normand, Merino, Kubo… que van a tener ofertas tentadoras, y estarán en la tesitura de apostar por un proyecto con mucho futuro, pero que hay que seguir alimentando la esperanza. Así que, me parece que más que nunca, es momento de dar paso al baile del verano. Esperemos que no se nos atragante.