"Es uno de los grandes méritos": Carlos Sobera explica el secreto del éxito de First Dates
El popular presentador explica en 'SER Ciclista' por qué se enfunda los maillots rosa, arcoiris, rojiblanco y amarillo
Carlos Sobera: citas, millonarios, supervivientes y retos.
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Vitoria-Gasteiz
Este nuevo episodio de SER Ciclista, el podcast de la Cadena SER dedicado a las dos ruedas, tiene un invitado de larga trayectoria en teatro, cine y televisión, lo que le ha convertido en uno de los personajes más populares de nuestro país. Carlos Sobera, nació en Burgos en 1960, aunque ha residido en el País Vasco desde muy joven. Estudió Derecho y también fue profesor universitario (Publicidad) durante 10 años.
Su pasión por el teatro le llevó a montar un grupo, un Aula de Teatro en la Universidad del País Vasco, y a partir de ahí, a participar también en proyectos de cine y televisión. En 1999 presenta en Telecinco el concurso 50 por 15, ¿Quiere ser millonario?, con el que consigue gran éxito y popularidad, convirtiéndose desde entonces en el conductor de concursos por excelencia de nuestro país con trayectoria en todas las cadenas.
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Como todos nuestros invitados, recuerda para romper el hielo, su peor caída en bici: "Con 24 ó 25 años tuve la mala fortuna de pillar un un desnivel en la carretera entre lo que estaba asfaltado y lo que no estaba asfaltado, y me caí... Me hice una brecha importante, tuvieron que llevarme a urgencias a ver si me había pasado algo, pero no me pasó nada, desde entonces estoy un poco loco, pero por lo demás, perfecto".
Las caídas
Afortunadamente, considera que "de las caídas es lo que más se aprende siempre.... a partir de aquel día, por carreteras bien asaltadas y con casco... Cuando uno trabaja en esta profesión, que es un continuo pasar del éxito al fracaso en términos de audiencias, —que no en términos de trabajo ni de dedicación—, sabe que cuando las cosas no van bien es cuando uno se empieza a hacer preguntas... llegan respuestas, y por lo tanto empieza a ver las cosas más claras. Cuando todo va muy bien, normalmente dejas que todo fluya, que todo esté como esté y terminas por no saber ni siquiera cómo diablos has conseguido que todo vaya bien... vas aprendiendo poco a poco que ese tipo de de equivocaciones, errores, meteduras de pata, hay que aceptarlas y tomárselas con humor. Tampoco hay que tomarse nada muy en serio en la vida, ni el fallo ni el acierto, pero hay que hacerlo todo con con energía y con positividad".
El periodista Iñaki López le consulta cuál es su secreto para conseguir tan buenos resultados en la profesión que comparten. "Un tipo grande, eh", responde. "Yo, lo único que hago es ponerle pasión a todo lo que hago en la vida en general... me lo creo, me entusiasmo, entonces transmito optimismo y buen rollo, al final la gente es lo que me dice, qué simpático es usted, da gusto escucharlo porque qué buen rollo transmite... pues eso es lo único que hago, tengo mayores o menores audiencias... hay programas que he hecho que pensaba que iban a tener una audiencia tremenda, y luego se han dado un coscorrón impresionante y viceversa, en esta profesión es imposible saber nada de nada. Hay que trabajar con pasión y punto, y olvidarse de lo demás".
Sobera recuerda su etapa de profesor universitario, "en el fondo tiene una puesta en escena... seas político, actor, profesor, periodista... al final todo es parte del mismo lenguaje, de la misma técnica de comunicación, del mismo objetivo, así que somos muy parecidos... desde puesta en escena y técnica, somos iguales".
Recientemente ha publicado el libro A contracorriente, una autobiografía: "Un ejercicio de contar cómo es el sueño de alguien que quiere ser actor, pero que podría ser perfectamente el sueño de cualquiera que quisiera ser cualquier otra cosa... un camino que está lleno de grandes hallazgos, de grandes logros que casi siempre tienen que ver con lo emocional, de esta profesión que es muy bonita, es una profesión que tiene de todo, como todas... he querido contar eso y animar a la gente a que tenga sueños, a intentar cumplirlos, lo importante es el camino".
Trayectoria
Nuestro invitado reflexiona en SER Ciclista sobre su trayectoria. "Mi primer fichaje se produce en ETB (televisión pública vasca), ya con 35 años recién cumplidos, me hago profesional relativamente tarde... digamos que me queda un poquito para que la gente esté muy harta de mí, porque empecé relativamente mayor". También reconoce el talento de los demás: "David Broncano no me ha hecho ni puñetero caso, le di recuerdos de los directivos de Mediaset para que se fuera allí a trabajar, y ha acabado siendo contratado por la competencia, en este caso por Televisión Española... a mí, como espectador, se me da bien adivinar quién tiene más talento y quién tiene más capacidad para poder triunfar, aparte de que David ya ha triunfado".
Sabe que cae bien a los espectadores: "Me siento súper agradecido... mucha gente me dice, qué paciencia tienes Carlos cuando te piden fotos o autógrafos y digo, ¡si para mí esto es maravilloso!, señal de que la gente te aprecia... en términos generales tengo la sensación de que caigo bien... también tengo haters... ahí, guardaditos, como un tesoro". Y no se achanta en los momentos difíciles: "me pone más la cuesta arriba, el esfuerzo, el tener que que cambiar de registro, salir de tu zona de confort. Son retos y al final, los retos te permiten crecer y te permiten algo que es esencial en esta profesión y en la vida, que es divertirte... es muy agradecido estar intranquilo porque te lo pasas bien, te diviertes... esa sensación es como ganar la Copa en Sevilla frente al Mallorca, prefiero aceptar retos que no quedarme cómodamente instalado, la verdad".
Carlos recuerda anécdotas con el "pinganillo" que utiliza en su trabajo, como los ciclistas. "Los presentadores, en estado puro, somos salvajes e ingobernables y hacemos lo que queremos, y metemos la pata muy a menudo. Yo soy además muy de improvisar y dejarme llevar por las sensaciones que me producen las personas que tengo enfrente. En Date el bote (concurso que presentaba en ETB) yo tenía a Iñaki Ruiz, un director maravilloso, con un sentido de humor absolutamente estratosférico, surrealista... me decía perrerías por el pinganillo... muchas veces me partía de risa y la gente no entendía por qué, tampoco está pasando nada en el plató que justifique que se esté riendo de esta manera. Y tenía razón, pero el culpable era Iñaki, que estaba en paralelo... haciendo que yo me partiera el culo con una facilidad... eso le encantaba, disfrutaba mucho. Y además luego comprobamos los dos que no me perjudicaba a la hora de presentar, ni perjudicaba el programa, que incluso cogía un tono un poquito más cachondo, más transmisor. Y eso era bueno".
La popularidad
Reflexiona con nosotros sobre su popularidad: "El éxito es de todos y el fracaso también... tu equipo es tu familia y al final pasas mucho tiempo en los sets de rodaje o de grabación. Dependes mucho de la gente que trabaja contigo y aprendes a respetarles, a quererles y a trabajar con ellos, y eso redunda en favor de todos, de ellos, del programa, de ti. También es mi naturaleza. Es muy difícil que a mí alguien me caiga mal, muy difícil, tiene que que hacer méritos para no llevarme bien con alguien, disfruto mucho del contacto con la gente, soy muy empático, muy sociable... para mí es fácil estar con la gente y hacer equipo y creo que es la forma de de tirar para adelante, como en el ciclismo".
Lo mismo sucede en el teatro: "Tienes que rodearte de personas con las que puedas formar familia, buena gente, aparte de ser buenas actrices o actores o técnicos, buena gente porque pasas mucho tiempo fuera de casa e igual tienes una gira... Viviendo juntos, comiendo, cenando, viajando. No te puedes permitir el lujo de estar con gente a la que no quieres o que no te gusta... en el teatro puedes estar incluso una semana y media fuera o dos, sin tener contacto con la familia".
Los actores Marta Hazas y Javier Veiga le toman el pelo con el "avituallamiento" y le recuerdan uno en Cádiz, a base de de pescado. "Para mí comer y cenar es fundamental", les responde. "Porque una de las cosas que más me gustan de la gira, aparte de conocer teatros distintos y gente diferente, es conocer restaurantes. La restauración me chifla, me vuelve loco... cuando me entra la pájara tengo que comer".
El presentador Jorge Fernández le hace llegar su admiración, al considerarlo "el presentador perfecto" , y le pregunta "¿cómo se puede tener esa seguridad en un escenario?", recordándole con cierta ironía su miedo a volar. "Tiene toda la razón del mundo", corrobora... "Es que hemos coincidido en muchos aviones y me dan pánico las turbulencias... casi siempre viajamos a Bilbao. Y el aeropuerto de Loiu es terrible... cuando hay viento del sur, aquello se empieza a mover y me entra todo tipo de sudor", reconoce.
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Preguntado por sus miedos confiesa "ese miedo a olvidarnos del texto, tenemos pesadillas y nos levantamos llenos de sudor pensando que de repente estamos en escena, y se nos olvida lo que tenemos que decir... además a mí me pasó en una ocasión y las pasé canutas... he tenido siempre mucha suerte en esto, el mayor tiempo así, de caída, fueron como 6 meses o más o menos, siempre he tenido proyectos y cosas con las que ocuparme, esta profesión es tan puñetera que hay mucha gente que se queda en el camino". Aunque por supuesto, ha habido malos momentos. "Siempre te pasan cosas en la vida... lo importante es que no te pasen cosas muy graves de salud, que a mí alguna me ha pasado y a mi mujer,Patricia... Un problema me complicó tremendamente la salud y me tuvieron que intervenir de urgencia. Luego me enteré de que fue una intervención de esas que no es a vida o muerte, pero casi".
First Dates
El programa First Dates, que presenta, se ha convertido en un formato de éxito, no sólo en la distribución tradicional, la emisión televisiva, sino también en Redes Sociales. "Es un programón, un formato impresionante.... hubo gente que no supo verlo... se ha convertido en super viral porque llega mucho a la gente joven, sobre todo a los menores de edad, a los adolescentes. Y claro, los adolescentes solo consumen a través de Redes y ahí hay un nicho de espectadores... los papás y a los abuelos también lo ven porque les gusta mucho la televisión en abierto... la sensación es muy, muy bonita. Eso es tan difícil, que cuando se produce, mola mucho... ".
Y afirma, divertido, que le confunden con Karlos Argiñano. "Me pasa, eh, con los chavalitos muy jóvenes, niños de 8 a 11 años, y con extranjeros... a raíz de dejarme la perilla, me confunden con él y alguna vez me piden recetas... ¡si no tengo ni puñetera idea de cómo se hace un huevo frito, imagínate unas lentejas estofadas!".
La actriz Elisa Matilla tilda a nuestro invitado de buen compañero, vuelve a incidir en el "avituallamiento" y le recuerda la anécdota de un momento en el que le hizo reír en una función. Carlos lo explica: "Yo había visto una película absurda mexicana... hay un momento en el que el malo es detenido y le ponen una losa de cementerio de estas mexicanas por delante para atacar a los malos... el pobre bajo la losa y todos los demás disparando. Él dice, "por favor quítenme esta losa". Era todo absurdo... y haciendo la última función de "Palabras encadenadas", una función tremendamente dramática, y muy tensa...un marido que secuestra a su mujer para asesinarla... y en un momento en el que él está contra ella, acusándole y tal, y muy dramáticamente, con mucha intensidad, (Elisa) me dice "por favor quítame esta losa de encima"... A mí me entró un ataque de risa, pero todo el teatro se empezó a reír conmigo, diciendo, ha pasado algo, pero no sabemos qué, y terminaron aplaudiendo ese momento. Elisa es una cómica, y te quiebra con facilidad".
Otro actor, Ángel Pardo, le pide que recuerde su método para calentar la garganta. "Qué buena gente —reconoce— es un actor brutal que sale en escena, y te lo resuelve todo, pero luego además es un amigo, un compañero de vida. La voz para mí es muy importante y lo que hago es pedir que me traigan un vasito de vino y hago gárgaras con el vino... la anécdota curiosa es que el primer día que lo pedí me traen un vino bueno, un "Pago de Capellanes" y digo, ¿pero cómo me traen esto?, tráeme un vino de tetra brik, que lo único que hago es calentar un poquito las cuerdas vocales antes de salir, y desde entonces, me traen los peores vinos que encuentran...".
Iría en tándem "con mucha gente, si hay una bicicleta para 200, a 200 que me llevo conmigo y me pongo a pedalear con ellos, hay mucha gente maravillosa en el mundo". Preguntado con quien no lo iría... el presentador "tendría que pensar en clichés de personalidades de la política, Netanyahu o Donald Trump, o sea, gente con la que compartes nada".
Sus maillots
Y para finalizar el podcast, hablamos de maillots: el rosa por el color de una casa en la que vivía "rosa o fucsia, no tengo muy claro, la casa había que pintarla cada dos años por el efecto de la lluvia y el viento, y dependiendo del pintor, quedaba de un color o de otro, pero me parece un color maravilloso". Reconoce sus colores rojiblancos en el fútbol, "rojiblanco es un color de mi corazón, soy del Athletic (de Bilbao), me iba al Casco Viejo de Bilbao a intercambiar cromos... es mi equipo por encima de cualquier otro", dice.
El maillot arcoiris, por First Dates, "uno de los grandes méritos del programa es que naturaliza lo que realmente es normal... es más un problema de educación y de formación el percibirlo de una manera distinta. Y yo creo que es una ventana que se ha acercado con mucha naturalidad a muchos universos muy distintos, sentimentales, emocionales, sexuales...". Y el maillot amarillo lo colocaría "en los valores que son esenciales en la vida para ser feliz... la vocación, pasión, entreno, lucha, y sacrificio." Y finaliza recordando una anécdota del funeral de su padre, sobre una corona que le habían enviado sus compañeros del programa Date el bote.
Nerea Sáenz de Lafuente
Técnico de sonido, locutora de musicales, producción publicitaria, banco de Voces, conductora, editora...