El traslado del párroco de Algorta no afectará a las asociaciones sociales que impulsó en Getxo

Bilbao

Las últimas decisiones en el sedo del Obispado de Bilbao han obligado a redistribuir a los sacerdotes diocesanos. Son habituales este tipo de cambios cada curso y, en este caso, esta organización eclesiástica del territorio ha incluido en estas idas y venidas un nuevo destino para el párroco de Algorta. Javi Garai ha estado en las últimas semanas en el foco de una parte del vecindario de Getxo y ha sido criticado por la labor social realizada en la última década, sobe todo, tras varias acusaciones que vinculaban migración con aumento de delincuencia en la zona.

Entrevistado en Hora 14 Bizkaia, el sacerdote, cuyo próximo destino será Elorrio, aclara que las diferentes asociaciones que impulsó ―entre ellas, San Nikolas Zabalik, Mer+ o Abegi Enea― continuarán con su trabajo gracias a la red de voluntariado que se ha constituido: "Esta es una tarea que se lleva a cabo con la participación de mucha gente de la comunidad o del pueblo y que, al final, yo lo único que hice fue animar e impulsar. Esta es una labor que es querida y que va a continuar". Garai incluye, además, "la tarea pastoral que se da gracias a los grupos de referencia o las y los eskauts" y las diferentes iniciativas puestas en marcha, "como la recuperación del patrimonio de la iglesia".

Hasta ahora, han sido 13 años de actividad social centrada en las personas más vulnerables, como familias con apuros económicos o personas migrantes. El sacerdote hace un balance "positivo" de toda esta labor. "Hay que pensar que Algorta es un barrio grande, dentro del tercer municipio de Bizkaia. Por lo que también es un lugar donde la migración, hasta hace poco, solo latina, pero ahora también magrebí, tiene mucho peso. En este sentido, Getxo también es receptor de situaciones problemáticas a las que hay que dar salida. Y en eso hemos trabajado", cuenta en los micrófonos de Radio Bilbao. "Siempre hemos sido un lugar de acogida", sentencia en referencia a este barrio con cerca de 38.000 habitantes.

Garai se muestra muy agradecido por todo el afecto recibido en los últimos días. A la misa de despedida que oficiará este domingo en San Nicolás, se suma una comida popular organizada por los feligreses y en la que, según los organizadores, hay confirmada la asistencia de más de 150 personas.

Migración y conflictividad

El foco se había puesto en los últimos días, tras el último homicidio ocurrido en el barrio. Un hombre de 23 años fue apuñalado en la zona de Satistegi, un punto muy frecuentado y de bares. A la percepción ciudadana de un aumento de la delincuencia, se sumaban unas polémicas declaraciones del Partido Popular en el pasado pleno en el que sostenía que había migrantes en Getxo "que vienen a robar".

Unas percepciones hacia una situación que se vio desmentida en gran medida el pasado jueves en 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia' con los datos sobre la mesa. A pesar de que la tasa de infracciones penales por cada 1.000 habitantes es la más baja en comparación con otros municipios del mismo tamaño, los robos con violencia han aumentado. El portavoz de la Ertzaintza afirmaba que la sensación de inseguridad estaba promovida por bulos y chats de desinformación en las redes sociales, mientras que la asociación Pertsonalde lo achacaba a la situación de pobreza de muchos ciudadanos.

Por su parte, la vicealcaldesa de Getxo y concejala de Cohesión Social, Carmen Díaz, pedía que no se usara la muerte del joven vecino como pretexto para fomentar el odio, la xenofobia y el racismo. "Si la inmigración tuviera algo que ver con la inseguridad, tendríamos un problema gravísimo y no es así”, sentenciaba.

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