"Tenemos que comprender que WhatsApp no es una herramienta para niños"

San Sebastián

Cada vez son más los menores que obtienen su primer teléfono móvil al cumplir los diez años. Sin embargo, se estima que los dieciséis años sería la edad ideal en la medida en que el cerebro está más desarrollado y tiene mayor capacidad para hacer un uso responsable de este dispositivo y entender las implicaciones que tiene un mal uso de él.

En este contexto, mañana empieza en el Palacio de Miramar un curso de verano organizado por la Autoridad Vasca de Protección de Datos bajo el título "Digitalización de la enseñanza: una visión desde la protección de datos", donde se analizará el uso e impacto de las nuevas tecnologías en la educación de los más jóvenes.

El curso tratará de dar respuesta a qué acciones deberían de realizar tanto los padres como los colegios para garantizar un desarrollo cognitivo adecuado de los jóvenes en relación a estas herramientas, incluido el teléfono móvil. Para ello, el curso contará con miembros de la Autoridad Vasca de Protección de Datos y otros ponentes del ámbito educativo. Analizarán el panorama tecnológico actual en varias mesas redondas.

El presidente de la Autoridad Vasca de Protección de Datos, Unai Aberasturi, será uno de los ponentes del curso. Aberasturi ha estado presente en Hoy por Hoy San Sebastián para dar más detalles sobre el curso, y lo ha hecho junto con la directora del curso y secretaria general de la Autoridad Vasca de Protección de Datos, Ainara Ugalde.

La mayoría de centros educativos utilizan herramientas tecnológicas en las aulas, pero muchos de ellos no se plantean las implicaciones que podrían tener las mismas en la privacidad y el desarrollo de los jóvenes. Aberasturi no cree que haya que hacer énfasis en la prohibición de este tipo de tecnologías como única vía, cree que hay múltiples maneras de abarcar las problemáticas.

Lo que tiene claro es que el acceso temprano a las nuevas tecnologías debe revisarse de cerca para que los jóvenes sean conocedores de qué se debe y qué no se debe hacer con los dispositivos digitales, ya que un mal uso de la tecnología podría repercutir en el desarrollo de problemas de ansiedad, bullying y aislamiento, entre otros, sumando además la posible reducción de la privacidad: "Nos falta el espíritu crítico para analizar las implicaciones, en este caso con menores. Lo fundamental es instruirles para que el uso sea el adecuado, se necesita más información, y eso se puede lograr cooperando con entidades para que el uso de todas estas herramientas se haga con todas las garantías posibles".

Por otra parte, Ugalde resaltaba que se está viendo una normalización peligrosa en este terreno, normalización que a su vez está preocupando a colectivos de padres que buscan y apoyan actuaciones como retrasar la adquisición de móviles en jóvenes y evitar usarlo en aulas académicas para no caer en distracciones continuas que puedan afectar a la composición cerebral a largo plazo, resaltando que aplicaciones tan conocidas como WhatsApp, al igual que las redes sociales, no están pensadas para todos los públicos: "Los niños no saben gestionarlo, por ello, cuanto más tarde se entreguen estos dispositivos, mejor. Hace falta una mayor formación, sensibilización y control parental".

Los días 25 y 26 de junio el Palacio de Miramar acogerá este curso con el fin de acercar a los asistentes a esta realidad y al estudio de posibles alternativas más respetuosas con la privacidad de las personas. El curso también podrá seguirse en directo por streaming, aún quedan unas pocas plazas disponibles para los interesados.