La nueva moda de ligar en Mercadona provoca la intervención de la Ertzaintza en Bilbao
La tendencia de buscar pareja entre las 7 y 8 de la tarde con una piña boca abajo ha causado más de un problema en algunos supermercados.
La nueva moda de ligar en Mercadona provoca la intervención de la Ertzaintza en Bilbao
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Bilbao
De lo que ha comenzado como una “broma” en redes sociales está provocando algunos problemas en los supermercados de la cadena de distribución valenciana. Es el caso de este pasado jueves cuando la Ertzaintza tuvo que realizar maniobras disuasorias, desde fuera, en el Mercadona de calle Rodríguez Arias en Bilbao. Todo ocurrió cuando entre las 7 y las 8 de la tarde, una cantidad ingente de personas, en su mayoría jóvenes, acudían al supermercado con la intención de ligar
La “contraseña” para ser reconocido en este particular “mercado del amor” es llevar una piña boca abajo en el carrito de la compra. A las 8 y media la situación se escapó de las manos, el vigilante de seguridad se dio cuenta de que el número de personas dentro de la tienda superaba con creces la afluencia de un día entre semana normal por la tarde.
Los pasillos de la sección de frutas y verduras, donde se supone que ocurren estos encuentros, estaban abarrotados, y la gente también se agolpaba en la entrada del establecimiento. Ante la imposibilidad de controlar la situación por sí solo, el vigilante no tuvo más opción que llamar a la Ertzaintza.
Vigilante nervioso
Cuando los agentes llegaron, tuvieron realizar maniobras de disuasión para garantizar que las cosas no se salieran de control. No hubo incidentes graves y fue solo una intervención para restaurar el orden. Nadie tuvo que ser identificado y no hubo detenidos, según informan fuentes de la Ertzaintza.
Este fenómeno viral de ligar en Mercadona ha cobrado tanta fuerza que empieza a generar inconvenientes. Desde la cadena de supermercados han dejado claro que no tienen intención de fomentar esta moda, ya que está causando problemas tanto para los trabajadores como para los clientes que solo quieren hacer su compra diaria sin verse envueltos en un evento social no planificado.
Aunque lo de este jueves en Bilbao no pasó a mayores, la situación pone en evidencia cómo algo que empieza como una simple broma en Tiktok e Instagram puede transformarse en un fenómeno social con consecuencias inesperadas.
